Todos los modelos disponibles: fondos
Pero lo que desconocen algunos de estos inversores es que esta dinámica en la inversión puede invertirse muy fácilmente sin salir de los mercados bursátiles. A través de los diferentes productos financieros denominados como inversos. Es decir, las ganancias se generan proporcionalmente a las caídas en bolsa. No solamente en operaciones de compra y venta de acciones muy específicas, sino también por medio de los fondos de inversión que se presentan con esta especial característica.
Son precisamente estos últimos modelos en la inversión los más sencillos de contratar y que atienden al nombre de fondos inversos. Su mecánica se basa en que dan la réplica a las bajadas que se producen en los mercados bursátiles. De tal forma, que a medida que mayores son las depreciaciones serán más elevadas las plusvalías que percibirán sus partícipes. Estos fondos están vinculados a los índices más relevantes de los mercados internacionales: Dow Jones, Nasdaq 100, CAC 40, Eurostoxx 50 o el mismo Ibex 35.
Se comportan como cualquier otro fondo de inversión y su formalización puede conllevar comisiones de gestión y depósito por un interés que alcanzará hasta el 2 %. No obstante, su gran riesgo reside en el hecho de que si no se cumplen las expectativas generadas desde los propios inversores, puede dejarse muchos euros por el camino. Su volatilidad es excesiva como para tenerlos en cartera al medio y largo plazo, aunque por el contrario se pueden traspasar a otros fondos en cualquier momento y sin ningún coste económico.
Ventas a crédito, con garantías
Otro de los productos financieros que mejor está adaptado a los procesos bajistas en los mercados de renta variable son las ventas a crédito. Se trata de un modelo de inversión que basa su estrategia en que permite a los inversores obtener unas muy altas plusvalías en el caso de que el valor seleccionado se deprecie. Por otra parte, una evolución positiva del mismo conllevaría unas fuertes pérdidas como consecuencia del riesgo en esta clase de operaciones. Por este motivo es muy importante que los demandantes de este producto aporten una amplia cultura financiera y conocimiento de los mercados de valores, al igual que sobre los procedimientos en la ejecución de órdenes.
Una de las diferencias de las ventas a crédito resto a otros modelos en la inversión es que se requieren unas garantías en la inversión. ¿De qué forma? Pues muy sencillo, aportando el importe de la venta que quedarán depositadas en la entidad bancarias durante la duración de la operación. El porcentaje de efectivo aportado como garantía adicional será normalmente de un 25 %. Por otra parte, la apertura de posiciones está abierta a los valores más líquidos de los mercados de renta variable. En España, esta selección correspondería a algunos de los integrantes del Ibex 35, no a todos y en cambio tendrán restringida su participación los valores de los índices secundarios al contar con un volumen de contratación muy poco relevante.
Warrants como producto más agresivo
Este es otro de los productos que recogen beneficios de un escenario con la bolsa a la baja como es el actual en los mercados de renta variable. No obstante su mecánica para operar es diferente ya que movilizan menos capital debido al elevado apalancamiento en bolsa. Es precisamente este factor el que genera que el riesgo de las operaciones sea mucho mayor que en otros productos destinados a la inversión. Se basan en la posibilidad de comprar (call) o vender (put) un determinado activo financiero a un precio previamente fijado y con una fecha de vencimiento.
Si se cumplen las expectativas planteadas a la baja los márgenes de rentabilidad son los más altos de todos, incluso con la opción real de obtener un beneficio cercano al 30 %. Pero si este no fuese no el escenario, no cabe duda que las pérdidas pondrán en más de un compromiso a los inversores. Pueden realizarse movimientos, tanto en los valores más relevantes de la renta variable como en índices bursátiles de casi todo el mundo.