La inseguridad es más o menos común en la vida de todos los seres humanos. Siempre hay algún aspecto en el que no nos sentimos muy confiados. Cuando esto tiene que ver con nuestro desarrollo profesional, puede significar un gran problema para alcanzar el éxito. Pero gracias a las conferencias motivacionales, este asunto es posible de modificar. El mundo moderno va con una velocidad que hubiese sido inimaginable hace unos años. Esto se puede ver en cualquier área de la vida, y es casi obligatorio tomar las riendas del camino antes de quedarse perdido en un pasado que no trae consigo mayores beneficios.
La competencia en el campo profesional es cada vez más fuerte. Millones de especialistas luchan por alcanzar sus meta. Otros, aún deseándolo, sienten mermadas sus fuerzas o, en el mejor de los casos, no tienen idea de qué es lo que tienen que hacer para conseguirlo.
Lo bueno es que con respecto a este tema hay esperanza y se trata de las conferencias motivacionales.
Un Conferenciante motivacional es un especialista formado en el área, que cuenta con los conocimientos y estrategias necesarias para ofrecer a otros las técnicas que pueden llevarlos a lograr ese éxito. Evidentemente, no se vincula de forma específica a un área de trabajo, sino que busca explotar todo el potencial oculto de cualquier individuo.
Esto quiere decir que en una conferencia de este tipo, el asistente puede lograr encontrar el impulso que lo lleve a desarrollar esa idea y cumplir el propósito que se ha planteado.
Visualización del éxito
Cualquier proyecto parte de una idea- En base a esa idea, nos imaginamos un desenlace. Esto es imprescindible para lograr que se pueda materializar y seguir el camino que hemos trazado.
Cuando una persona visualiza el éxito tiene más oportunidades de plantearse un camino para alcanzarlo. Evidentemente, es necesario tener motivación para cumplir con cada pequeña tarea e ir logrando los objetivos.
Sin embargo, este es el ideal, y no el estadoreal. Lo común es que las personas tiendan a dudar de sus capacidades y no logren verse como triunfadores. Por ejemplo, no será lo mismo pensar “Ojala pudiera comprarme ese coche” a pensar “Si trabajo duro, a fin de este año me compro ese coche”. El primer pensamiento está vinculado a una posible acción fortuita, mientras el segundo posiblemente está basado en cuentas, presupuestos y tiempos estimados para lograr el triunfo.
Conocerte a ti mismo
Las conferencias motivacionales no solo se refieren a tus potencialidades, también a reconocer las debilidades. Las tenemos todos por naturaleza, y no existe forma de que podamos dejarlas olvidadas. Al contrario, lo más recomendable es encontrarlas en lo más profundo de nuestro ser y trabajar en ellas para conseguir modificarlas o, por lo menos, intentar bloquearlas para que no afecten nuestro desarrollo.
Una de las debilidades más comunes es el miedo. Esto puede estar referido a distintos escenarios: miedo a lo nuevo, miedo al fracaso, miedo incluso a triunfar y no saber qué hacer después. No está mal sentirlo, pero sí se deben aplicar medidas para aprender a canalizarlo. Un fracaso, por ejemplo, hace sentir mal a cualquiera, pero eso no es directamente proporcional a cerrar por siempre los caminos y nunca más volver a emprender algo nuevo.
Impacto en el autoconcepto y la autoestima
Estos dos son aspectos que definen, en buena medida, cómo somos y cómo nos sentimos con nosotros mismos. Son muchos los elementos que se involucran para definirlos, como la apariencia física, nuestras relaciones con terceros, nuestras funciones dentro de la sociedad, etc.
Ya que una de las funciones principales de las conferencias motivacionales es aprender a reconocernos, tendremos mayor oportunidad de fortalecer estos dos elementos, conociendo que sí somos buenos para muchas cosas y que tenemos posibilidad de desarrollarlo con bases certeras.
Aunque este tipo de conferencias se busca aplicar mucho dentro de los centros de trabajo, para dar a los empleados herramientas útiles que permitan que desarrollen mejor sus funciones, también se puede asistir a nivel particular.