El otro acontecimiento que ocupó la atención fue la reunión del presidente de China Xi Jinping con el presidente de Estados Unidos Donald Trump. La sangre no llegó al rio. Trump calificó la reunión como positiva y fructífera y llegaron a un acuerdo para una tregua de tres meses en su guerra comercial.
Mientras Trump “congela” su decisión de aumentar los aranceles a los productos chinos, Xi Jinping acordó comprar productos estadunidenses. O sea del “Made in China al Made en USA”.
Por otro lado, Trump suspendió su “conversao” con el príncipe saudita. Dicen que por el asesinato del periodista Khashoggi. ¿Acaso no será porque la producción petrolera estadounidense ha superado la producción saudita?
Previo a la Cumbre Estados Unidos, México y Canadá firmaron un nuevo acuerdo de libre comercio. Ahora se llamará Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (USMCA).
Mientras tanto, Xi Jinping firma un acuerdo con Argentina denominado Acción Conjunta 2019-2023 para inversiones por 5,000 millones de dólares.
Ya lo dijo un señor, “es la economía, estúpido”. Por tanto, las sonrisas y los saludos amistosos son imprescindibles.
Parecería que Donald Trump y Xi Jinping fueron los protagonistas y competidores de la Cumbre.
En la Declaración conjunta se abordan 21 temas entre los cuales se encuentran la igualdad de género y por supuesto el cambio climático. Para los firmantes de la Declaración, “la cuestión de género es crucial para el crecimiento económico y desarrollo justo y sostenible”. Es decir, una agenda inclusiva.
A propósito de la agenda “inclusiva” en la foto de familia solo aparecen dos mujeres. Christine Lagarde y Theresa May. Ángela Merkel no pudo asistir a la toma fotográfica por problemas en su vuelo.
¿Cumplirán con su agenda?