Estos residentes que eran pobres ganan ahora mucho más que antes gracias a la creación de empleo, la reubicación desde lugares menos habitables, la financiación de la educación y los programas de bienestar social, declaró el subdirector de la oficina de reducción de la pobreza de Lhasa, Pi Zhishuai.
Lhasa destinó más de 9.300 millones de yuanes (1.350 millones de dólares) a crear puestos de trabajo mediante el desarrollo de la agricultura avanzada, la artesanía y otras industrias. Otros 1.400 millones de yuanes (200 millones de dólares) se dedicaron a financiar la reubicación en lugares más habitables.
Otro gran partida inversora, de unos 800 millones de yuanes, se empleó para ofrecer comida y alojamiento gratuito y becas para niños de agricultores y pastores.
Lhasa es la primera ciudad del Tíbet en cumplir sus objetivos de reducción de pobreza, y marca el camino para otras, dijo Pi.
Más del 85 por ciento del territorio del Tíbet está a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Las duras condiciones naturales son parte de las causas del arraigo de la pobreza.
El gobierno chino fijó en 2015 el objetivo de erradicar la pobreza absoluta para 2020 y crear una sociedad modestamente acomodada.
Un total de 181.000 personas de todo el Tíbet salieron de la lista de la pobreza en 2018. Aún permanecen en esta situación unas 111.000.
La tasa de pobreza en el Tibet está en retroceso desde que comenzó la campaña contra la pobreza extrema. La tasa había caído al 7,9 por ciento al cierre de 2017 desde el 25,2 por ciento del final de 2015.