Según un nuevo estudio de Capgemini, la preferencia de los consumidores por el uso de coches autónomos se duplicará en los próximos cinco años. Aunque solo el 25% de los consumidores preferiría utilizar un vehículo autónomo frente a uno tradicional a 12 meses vista, más de la mitad (52%) preferiría usar un coche autónomo dentro de cinco años (2024). Estos resultados se reflejan en el estudio The Autonomous Car: A Consumer Perspective elaborado por el Instituto de Investigación de Capgemini. Las respuestas positivas de los consumidores demuestran que observan grandes ventajas en los vehículos autónomos en términos de consumo eficiente de combustible (73%), la reducción de emisiones (71%) y el ahorro de tiempo (50%). Tal es el nivel de optimismo y visión de futuro que más de la mitad de los consumidores (56%) afirma que estaría dispuesto a pagar hasta un 20% más por un vehículo autónomo que por uno convencional.
El estudio también apunta hacia un cambio en la percepción de la movilidad: los usuarios creen que los coches autónomos tendrán un papel más importante en su vida cotidiana no solo en el hecho de conducir o no, sino también a la hora de llevar a cabo determinadas tareas rutinarias. Casi la mitad (49%) de los encuestados se sentirían cómodos si un coche de este tipo realiza algunos recados en su lugar; más de la mitad (54%) confiaría a un vehículo autónomo la tarea de recoger o llevar a casa a amigos o familiares que no conduzcan, mientras que uno de cada dos (50%) espera que los vehículos autónomos les ayuden a ganar tiempo para poder realizar actividades sociales, de ocio, de trabajo o simplemente disfrutar del viaje.
Resulta evidente que los consumidores prevén la llegada de un futuro autónomo: se dan incluso factores culturales y geográficos que impulsan una mayor anticipación del uso de coches autónomos. El estudio de Capgemini identifica dos grupos que se muestran especialmente propensos a la opción autónoma: los consumidores chinos y los millennials.
Sin embargo, pese al aumento de la percepción favorable, el interés y la expectación de los consumidores, siguen existiendo barreras para su adopción. Los consumidores consultados expresan que la compra o uso de un vehículo autónomo estará sujeta, entre otros factores, a la seguridad del vehículo (73%) y a la seguridad de sus sistemas (72%); frente a hackers, por ejemplo.
En palabras de Markus Winkler, responsable mundial de Automoción en Capgemini: “Nuestro estudio muestra un gran optimismo e interés entre los usuarios potenciales de vehículos autónomos. Hasta la fecha el debate se ha centrado en la evolución tecnológica de los automóviles sin conductor, por lo que resulta sumamente alentador que los futuros pasajeros sean conscientes de los potenciales beneficios que genera la tecnología. La expectación que despierta la experiencia con un vehículo autónomo en los clientes ejercerá sus efectos no solo en la industria del automóvil, sino también en otros sectores, como el de medios de comunicación y entretenimiento, el de distribución comercial y el de la salud, lo que sienta las bases para una multitud de oportunidades de negocio colaborativo”.
“Sin embargo, persiste cierto grado de incertidumbre y preocupación, y los fabricantes de automóviles deben tener en cuenta las expectativas e inquietudes de sus futuros clientes, al tiempo que transforman sus propias operaciones desde un modelo centrado en el producto a uno orientado a los servicios y el cliente, a medida que avanzan en su proceso de comercialización de los vehículos autónomos”, concluye.
En este contexto, Capgemini identifica cuatro áreas principales de acción para acelerar el proceso hacia un futuro autónomo:
Metodología de la investigación
Para realizar el estudio, el Instituto de Investigación de Capgemini realizó una encuesta a 5.538 consumidores en Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, China y EE.UU. en diciembre de 2018. También realizó entrevistas a 280 ejecutivos de empresas fabricantes de automóviles, proveedores y tecnológicas. Asimismo, organizó encuentros con líderes del sector para identificar lo que los consumidores desean de los vehículos autónomos y cómo las empresas pueden dar respuesta a esta demanda.