¿Qué es lo que ha pasado o puede producirse en el PP para que llegue a hacerse realidad el ‘cate’, o el ‘cateo’? Por lo conocido, un cambio drástico del organigrama del PP, y en las portavocías de los grupos parlamentarios del Congreso, Senado y Parlamento Europeo, de los que desaparecen, laminados, lo que fue flor, esencia y nata populares en la época de Rajoy para dar paso, sólo, a los afines.
De esta forma, lo decidido por el tándem Pablo Casado-Teodoro García Egea, por una parte, se convierte en el ‘cate’, golpe, bofetada o nota de suspenso a una parte del haber y aval políticos del PP, la parte que ‘cateó’; y, por otra, produce el efecto de ‘cateo’ o rechazo a los desplazados y sus seguidores; y a la forma de hacer política que produjo la mayoría absoluta que tuvo Rajoy, sus años de gobierno y los logros conseguidos que ahora se repudian, catean o suspenden.
Es pronto aún para saber qué efecto puede suponer para el futuro el actual ‘cateo’; y para aventurar si, pasado un tiempo, la decisión va a ser merecedora de alguna de las formas verbales ‘cateo’ o ‘cateó, que puedan atribuirse a la dirección de Pablo Casado y Teodoro García Egea (CA-TE, o CATEO) en el PP. De momento, para bien o para mal, es lo que hay. Así va a comenzar una legislatura, la próxima XIII Legislatura, que puede resultar fallida, o no. Con unos efectos, en el PP, susceptibles de convertirse en éxitos políticos rotundos o fracasos de dirección y gestión estrepitosos.
Es lo que hay: De momento ‘cate’ y ‘cateo’ impuestos que laminan. Después, ya se verá si el ‘cate’ produce efectos positivos o, también, si se hace acreedor al ‘cateo’ de quien en soledad o en grupo ‘cateó’.