El francçs Franku Zapata ascendió desde Sangatte, en la costa norte de Francia, a las 8:15 horas (06:15 GMT) escoltado por tres helicópteros. En sólo 20 minutos y una escala en un bote para cargar combustible, aterrizó sano y salvo en la bahía de Santa Margarita en Dover, Inglaterra.
"Me siento bien. Me siento feliz. Me siento afortunado. Este es simplemente un momento increíble para mí", declaró Zapata a AFP después de aterrizar.
El segundo despegue fue el paso complicado. En su primer vuelo el 25 de julio, Zapata fracasó, informó la televisión francesa BFM.
Esta vez, "aterrizó fácilmente en el bote, cambió su mochila y se fue" unos cuantos segundos más tarde, dijo Krystel, quien observó a su esposo despegar de Sangatte.
Desde diciembre de 2018, la compañía Z-AIR de Zapata recibió como subsidio 1,3 millones de euros (1,4 millones de dólares) del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia.
La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, dijo a la radio Inter que la "tabla voladora" podría servir para una variedad de propósitos, "por ejemplo, como una plataforma logística voladora o, de hecho, como una plataforma de ataque".
Francia ha decidido mantener en secreto los detalles del nuevo dispositivo, que ya ha demostrado su versatilidad en el desplazamiento de personas, y que tuvo su momento álgido durante la celebración de la Fiesta Nacional de Francia. Zapata fue invitado a participar en ella como un auténtico soldado francés, no es militar, pero se le cedió un arma para la exhibición.
Las Fuerzas Armads de diversos países ya han mostrado su inter´s por ste tpo de dispositivos, sacados de la Ciencia Ficción, y que permiten desplegar personal de manera rápida e imprevista sobre cualquier campo, por irregular que sea, de manera diferente a como se hace hoy n día con los paracaidistas, ya que permiten una incursión sobre el terreno próxima al teatro de operaciones sin tener que arriesgar fuerzas aéreas.