Sin embargo, la inmigración que estamos sufriendo en Europa, con la ayuda de la mayoría de los gobiernos, son absolutamente demenciales en cuanto a la inmigración no integradora que, sobre todo la izquierda y los nacionalistas están fomentando. Siguiendo el Plan Coudenhove-Kalergi, de oscurecer a la raza blanca y otros motivos más perversos, nos están llenando las ciudades de inmigrantes de IMPOSIBLE integración. Estoy hablando mayormente de los musulmanes. Yo sé que hay musulmanes moderados y con ganas de trabajar por el país a donde emigran y con muchísimas ganas de integrarse y de asumir la lengua y costumbres de sus anfitriones. Que yo no conozca a prácticamente ninguno, por no generalizar, no significa que no los haya.
Al respecto debo decir, que las teocracias Islámicas establecidas como tales tienen una fuente económica importante. Suele ser el petróleo. Ya que el mundo musulmán es escasamente productivo, por no decir nulamente. Son consumidores moderados y su vida, la mayoría de sus habitantes, es muy modesta cuando no mísera. Pero productores de nada es la inmensa mayoría. No tienen industrias ni grandes manufactureras, ni producen nada aparte del petróleo que les sale a los pies y que gracias a Los Ingleses y Franceses, disfrutan sin trabajo.
Pues bien, las hordas islámicas que importamos con una religión irreconciliable con ninguna, practicantes de grado o fuerza todos, con una preparación o habilidad inexistente, en la inmensa mayoría de los casos para conseguir trabajos. Así la no aceptación de las costumbres democráticas, en cuanto a la mujer, los hijos, las leyes, etc., y con sus costumbres medievales, ablaciones, lapidaciones, sharia, velos, burkas, y demás desde un punto de vista democrático, europeo y occidental totalmente aberrantes, los hace inintegrables absolutamente.
Dado todo esto, como vamos a sostener esos barrios, esos menas, esos pueblos enteros y ciudades llenos de personas que no solo no se integran, sino que para poder vivir, nos parasitan el sistema entero, y tenemos que asignarles pagas, salarios, ayudas y demás para que puedan subsistir. Y mucho mejor que nuestras viudas, pensionistas, discapacitados, dependientes o enfermos en general que sufre los retrasos y las mermas por el destino que se da en los fondos a estas personas. Ya que producir no producen nada. Molestias, delincuencia, y problemas a los ciudadanos locales, a la policía y a los servicios públicos es lo que causan. Y demasiados provocan agresiones sexuales y delitos de todo tipo que las autoridades intentan ocultar
Es la destrucción de la convivencia, y del país de acogida lo que pretende esa izquierda que los defiende a gritos y patadas como la Andaluza Teresa, que en vez de llevárselos a su casa nos obliga a pagarles de todo a estos inintegrables emigrantes. ¿Cuál es la verdadera intención de todo este disparate? Creo que es necesaria una profunda Reflexión.