«Queremos nivelar derechos, obligaciones y responsabilidades de la ciudadanía española desde esta edad. Creemos que la balanza está desequilibrada con deberes que no van de la mano de derechos» explica Manuel Ramos, presidente del Consejo de la Juventud de España. El Consejo de la Juventud de España sostiene que cuando una persona cumple dieciséis años puede trabajar, y genera así derechos y obligaciones con el Estado a nivel fiscal, tributario, etc. Sin embargo, su derecho a voto está restringido hasta los dieciocho, lo que impide la obligación responsable del Estado ante esa persona.
El Consejo de la Juventud de España cree «firmemente» en la capacidad y preparación de las personas jóvenes para tomar decisiones, involucrarse y participar de forma responsable y solidaria en todo aquello que les afecta. “Somos la primera generación de jóvenes que ha nacido en democracia, que solo ha conocido un sistema político de libertades y un sistema social de oportunidades. Confiamos por tanto en la madurez cívica y democrática de estas generaciones”, expone Ramos. Sin embargo, también consideran que esta ampliación de derechos civiles para la población joven debe venir acompañada de un refuerzo educativo desde los institutos. El currículo obligatorio debe educar en la participación y fomentar la ciudadanía activa.
El éxito de esta iniciativa podría colocar a España en la vanguardia de la ampliación de derechos sociales para las personas jóvenes, junto a países como Malta, Austria o Brasil que ya permiten a su ciudadanía votar desde los dieciséis años. No es el único país enfrentándose a este reto, puesto que Irlanda, Alemania y la propia Unión Europea están también trabajando acerca de este reto democrático.