El billete verde operó moderadamente a la baja ayer, con algunos indicios de apetito por riesgo despuntando en los mercados internacionales. La modesta recuperación del precio del petróleo tras el acuerdo de la Opep+, aparentes señales en la moderación de las cifras del Covid-19 y el paulatino desmantelamiento de las medidas de confinamiento a nivel global, infunden un ligero optimismo en los mercados. Adicionalmente, un reporte notablemente mejor del esperado de las cifras de exportación de China en marzo (-3,5% vs. -12,8% estimado) animó el riesgo en la sesión temprana de hoy. Este sentimiento será puesto a prueba más tarde con el inicio de la jornada de reportes bursátiles de las grandes corporaciones norteamericanas, que abre con JP Morgan y Wells Fargo. Mientras tanto, la Fed avanza con el primer paso de repliegue de las medidas de estímulo desatadas en marzo para enfrentar el impacto inicial de la crisis.
A partir del 4 de mayo, la Fed reducirá la frecuencia de algunas operaciones de reposición en el mercado de dinero, tras comprobar condiciones más estables en el mismo. Las subastas diarias pasarán a realizarse una sola vez al día, eliminándose la operación vespertina; mientras que las subastas a 3 meses se realizarán quincenalmente en lugar de cada semana. Mientras el mercado regresa a la normalidad paulatinamente, la Fed continuará desmantelando las medidas acomodaticias de emergencia, lo que podría limitar un retroceso del dólar demasiado rápido.
La libra esterlina gana ritmo frente a sus principales rivales sin un determinando demasiado importante, aunque la salida de Boris Johnson de cuidados intensivos el fin de semana pudo haber infundido alguna estabilidad a los mercados domésticos. El canciller Dominic Raab, al frente de Downing Street en ausencia de Johnson, indicó ayer que el Reino Unido podría extender el período de confinamiento ya que el país aún no rebasa el pico de propagación del virus. Fuera de eso, el Reino Unido y la UE volverán a las negociaciones del Brexit el próximo miércoles, después de que el tema quedara congelado el mes pasado por la irrupción del coronavirus. Con suerte, la convocatoria de esta semana fijará fechas para futuras conversaciones, que ocurrirán telemáticamente. Los negociadores del Reino Unido han negado hasta ahora la posibilidad de una extensión de la fecha definitiva de transición, pero con la agenda retrasada y limitada por las medidas de confinamiento, la especulación sobre este tema probablemente persistirá.
El peso mexicano apenas halló alivio tras la supuesta victoria de López Obrador en el acuerdo de la Opep+, llegando a caer más de 2,5% frente al dólar en el día. México solo recortará 100 mil barriles de su producción diaria del crudo, apenas un cuarto de su porción prorrateada de los 9,7 millones de barriles diarios que acordaron reducir los signatarios del acuerdo. Aunque este arreglo le permitirá a México incrementar sus ingresos por exportación de petróleo en comparación con el escenario previo, estas apenas son buenas noticias para el país. Por una parte, al rechazar una reducción mayor de los volúmenes de producción en las actuales condiciones del mercado, Pemex continuará operando bajo parámetros de pérdidas. Por otra, al desligarse parcialmente, y casi poner en riesgo el compromiso del grupo, México arriesga someterse a represalias de la comunidad internacional en los próximos meses.
Las perspectivas para Pemex continúan siendo negativas, después de que las agencias S&P y Fitch recortaran la nota crediticia de la petrolera en las últimas semanas. S&P redujo la calificación de Pemex a BBB, dos notas por encima del grado especulativo; mientras que Fitch profundizó al siguiente escalón de nota basura de la empresa a BB. Una probable revisión a la baja de Moody´s completaría el cuadro de las principales agencias globales en recortar la calidad crediticia de Pemex, actualmente la compañía petrolera más endeudada del mundo, con 15 años de caídas productivas y más de $100 mil millones en compromisos de pago.