Creo que es una absoluta injusticia social, que, la parte de los impuestos detraídos a los ciudadanos se apliquen a partidas que solo el Gobierno de turno decida.
Lo ILIBERAL, se da en lo público en una manera abrumadora. Y encima económicamente es una inmensa ruina, tanto en Sanidad, como en Educación, la diferencia es casi el doble de costo en la pública que en la privada. Y si bien hay magníficos profesionales en ambas, la gestión y la eficiencia, educativa y sanitaria es abrumadoramente favorable a esta última. Es así y así es.
Para mantener sus inoperantes e ineficientes estructuras Publicas, primero, nos aplican leyes y normativas de absoluta confiscación, mediante indefensión fiscal absoluta, cuando la mayor parte de las veces, al cabo del tiempo, se retiran por inviables, o los tribunales las derogan por ilegales.
Todo ello porque los que buscan yacimientos de impuestos, son meros jefecillos de Rentas a la búsqueda desesperada de recaudación y méritos perversos. ¿Dónde estarán Los Juristas Fiscalistas que desmenuzaban un impuesto y conseguían las más veces una “hacienda amiga y un contribuyente feliz”? Después, con lo rapiñado, se crean sus redes clientelares, sus adoctrinamientos, y sus manejos más abyectos, comprando votos y voluntades.
Al hilo de la presunta y potencialmente “Defraudadora” Celaa, y algún socialistilla andaluz de medio pelo, que vomitan “el que quiera concertada o privada, que se la pague”, hay que contestarles y aterrizarles con argumentos, no con disquisiciones. ¿Porque tenemos que pagar una educación Pública, con la parte de nuestro dinero que se destina a educación, si no queremos tal educación para nuestros hijos? El que elija la Publica, que se la pague igualmente. ¿Porque tenemos que tomar el riesgo de que unos descerebrados de ideologías extremas y experimentadores sociales o algo peor, eduquen, influyan y adoctrinen a nuestros hijos? No todos serán así, supongo ingenuamente, pero ¿para qué tentar a la suerte?
Desde el pensamiento liberal, abogamos por los Cheques Escolares , Sanitarios, y cualesquiera otros que sean necesarios. Para que, con nuestro dinero, se financie o se cubra las necesidades, escolares, sanitarias, y otras, que libre y voluntariamente hayamos decidido elegir. Es nuestro derecho.