Para evitar esa carga, lo ideal es prever cualquier contingencia y contratar un buen seguro de decesos que actúe oportunamente cuando esa situación se presente. La muerte de un ser querido es una situación muy dura por la que a veces hay que atravesar, y no sólo se trata de la parte emocional sino también de la económica, porque todo lo relacionado con el entierro tiene sus costes, que por lo general, los asumen los familiares más cercanos, quienes a veces tienen que hacer grandes sacrificios para poder sufragarlos.
Son situaciones muy difíciles que se pueden evitar contratando un buen seguro de enterramiento con el que se puedan contemplar los gastos correspondientes al sepelio. Toda persona responsable con sus familiares debería prever este tipo de situaciones y contar con una póliza para poder cubrir todo y así evitar una carga para otras personas.
Con estos seguros se facilitan todas las gestiones y costes relacionados con el entierro, para que los familiares estén tranquilos y no tengan que estar buscando recursos que a veces no tienen.
Las agencias aseguradoras que ofrecen estas pólizas se encargan de todo: al enterarse del fallecimiento del asegurado inmediatamente se ponen en contacto con las empresas prestadoras de los servicios de entierro y sirven de mediadoras con la familia del fallecido, para iniciar los correspondientes procesos de traslado del mismo en caso necesario, los trámites administrativos, el acto de sepelio y todo lo que haga falta para realizarlo sin problemas.
Coberturas de estos seguros
Hay seguros de decesos baratos que se pueden conseguir hasta con un 40% de descuento sobre su coste en el mercado, y que pueden cubrir diversas gestiones, trámites y gastos que son comunes en cualquier caso:
Seguro de vida y seguro de decesos: diferencias
Hay quienes confunden dos tipos de seguro que son totalmente distintos: el de vida y el de fallecimiento. Aquí te explicamos la diferencia entre seguro de vida y seguro de decesos para que lo tengas claro y no te equivoques a la hora de elegir uno de ellos.
Hay algo en común que tienen estos tipos de seguros: que se activan inmediatamente con el fallecimiento del asegurado, pero difieren en sus funciones y prestaciones.
El seguro de vida consiste en una compensación económica que la compañía aseguradora aporta a los familiares del fallecido, la cual estará sujeta a los importes y condiciones establecidas previamente entre el contratante y la empresa.
En cambio, el seguro de decesos sólo cubre los gastos relacionados con el sepelio del fallecido, sin que se tenga que dar ningún tipo de aporte económico a los familiares. Sólo se encarga de los gastos específicos que fueron contratados y claramente establecidos en la póliza.
Aunque ambos seguros representan un alivio para los familiares, tienen sus diferencias y funciones, lo ideal es contratar uno integral que cubra lo que ambos ofrecen, para proveer más tranquilidad y seguridad a la familia, la cual tal vez puede quedar desprotegida con la pérdida de su ser querido.