A diferencia del oro, cuyo valor varía de acuerdo a múltiples factores macroeconómicos, la joyería es un mercado relativamente estable y que eleva el valor sus activos progresivamente. La industria de la joyería es un sector multimillonario con una demanda de productos que, a pesar de la crisis, no se detiene.
Las crisis económicas se han convertido en el último siglo en una tendencia común, propia y periódica del sistema financiero mundial. Por este motivo, una de las principales tareas de los grandes empresarios ha sido encontrar un activo ideal que tenga la capacidad de resistir y mantener su valor, e incluso revalorizarse, ante la llegada de la próxima crisis.
El oro, por supuesto, ha sido la mercancía predilecta a la hora de invertir con el objetivo de resguardar el valor de los capitales. Sin embargo, en las últimas dos décadas, los inversores han visto en el mercado opciones de mayor atractivo y que se adecúan mejor a sus necesidades. Además de las novedosas inversiones en monedas digitales, la joyería se ha destacado como una alternativa que tiene la capacidad de proteger los capitales de los inversores gracias a su permanente valorización.
El mercado de las piedras preciosas se caracteriza por la gran diversidad de materias primas utilizadas para la fabricación de los productos más hermosos. Por ello, antes de analizar cuál es el mejor tipo de joyería para invertir es necesario conocer la clasificación de las piedras preciosas.
Existen dos elementos que son tomados en cuenta por los expertos para categorizar a un determinado mineral o material como una gema. De acuerdo con la información que encontramos en la web de Lineargent: https://lineargent.com/pulseras-con-piedras, la belleza y la dureza son dos factores que permiten determinar si es material es una gema o no. Asimismo, es posible clasificar a las gemas en dos grandes grupos: piedras preciosas y piedras semipreciosas. En el primer caso, solo el diamante, el zafiro, el rubí y la esmeralda, son considerados específicamente como piedras preciosas.
Junto a ellas se encuentran las piedras semipreciosas, es decir, todas las demás gemas que no entran dentro de la primera clasificación. La aguamarina, la tanzanita, la circonita y la Alejandrita, son ejemplos de piedras semipreciosas que, dependiendo de su rareza, pueden tener precios más elevados que una “piedra preciosa”.
Para un inexperto en el mercado de la joyería, puede parecer un una decisión ilógica el hecho de realizar inversiones en piedras semipreciosas, o no en joyería elaborada con piedras preciosas. Sin embargo, como recién se afirmó, los minerales considerados como “piedras semipreciosas” pueden llegar a alcanzar precios superiores a una esmeralda, por ejemplo.
La rareza de este tipo de piedras de segunda clasificación no es el único motivo de su gran valor. Además, en muchas ocasiones, las piedras preciosas como los diamantes y los zafiros pueden registrar precios realmente bajos en el mercado. El motivo de ello es su baja calidad gemológica que tiende a opacar el brillo y la belleza de la joya, perdiendo así su transparencia. Por el contrario, piedras semipreciosas como la circonita han mantenido su valor en el mercado de la joyería y se han destacado como una de las opciones para invertir.
Es necesario recordar que muchos de los consumidores con poca experiencia en el sector de la joyería suelen confundir a la circonita con el diamante debido a su gran parecido estético. Este elemento también ha contribuido a la creciente popularidad de la circonita en los mercados.
Entre los principales elementos que han motivado el creciente valor en el mercado de las piedras semipreciosas como la circonita, es el aumento en su demanda. Con las nuevas tendencias de responsabilidad social, los consumidores han reducido la compra de piedras preciosas como el diamante debido a sus orígenes turbios y bélicos.
Asimismo, como una alternativa responsable, se ha optado por la compra de joyería fabricada con piedras semipreciosas, cuyo proceso de explotación difiere en gran medida del diamante. Sin duda, estos factores han convertido a estas piedras en una opción mucho más atractiva para los inversores.