Los mejores jugadores no solo son aquellos que se conocen todas las reglas de cada juego y crean estrategias complejas para cada uno, ya que también siguen una serie de estrategias generales. En este caso, están orientadas más que todo al manejo del dinero y el control emocional.
Es la primera norma para todos los que apuestan dinero: fijar un presupuesto y mantenerse siempre dentro de él. Una estrategia es tener un presupuesto diario, semanal y mensual, respetándolo en todo momento, tanto al perder o ganar.
Parte de esta norma implica el manejo del dinero ganado. Un porcentaje debe ser reservado para gastos no relacionados con el juego, mientras que el otro se vuelve a invertir. La idea es mantener también esta relación.
Para jugar de forma segura, no es recomendable apostar grandes cantidades desde el inicio porque perder implicaría desaparecer el presupuesto en apenas un par de rondas. El éxito en el mundo de las apuestas en casinos depende directamente de la gestión del dinero, la cual empieza con apuestas bajas que aumentan poco a poco.
Hay que entender todos los aspectos del juego y practicar, además de manejar las normas a la perfección. Incluso en juegos como las tragaperras, en las que todo ocurre de forma azarosa y automática, cada símbolo tiene su valor. En el caso de la ruleta, es necesario conocer las normas de la versión europea y la americana.
Todos los juegos de casino tienen diferentes modalidades de apuestas. Por ejemplo, en el blackjack tenemos la posibilidades de pedir un seguro, dividir apuestas o doblarlas, además de rendirse. Es importante manejar las apuestas y saber cuál es la que conviene llegado el momento.
No es un modo en el que podamos generar ganancias, pero es el adecuado para probar las estrategias, así que es rentable a largo plazo si aprendemos en las prácticas. Muchos casinos tienen mesas disponibles para probar los juegos como las tragaperras, las ruletas y el blackjack sin apostar dinero real, lo que es el escenario ideal para probar estrategias y refinarlas.
Es la norma más importante, ya que todas las demás solo se pueden poner en práctica con un férreo control emocional. El mundo de las apuestas es estresante y tentador, así hay que manejar las emociones para no dejarnos llevar por la derrota o por la victoria. Los que ganan al final son los que mantienen la cabeza fría en todo momento.
Es uno de los juegos que no dependen exclusivamente de la suerte como podría ser el caso de las tragaperras, sino que la habilidad del jugador tiene un alto impacto en el resultado. La clave está en las matemáticas porque el uso de cálculos de probabilidades y el manejo de las estadísticas es lo que hace posible minimizar la ventaja de la casa a la vez que se gana más dinero.
Existen varias estrategias a pesar de que todas se basen en los números. La idea es practicar varias de ellas y decantarse por una, ser un maestro en ella para incrementar considerablemente las posibilidades de ganar.
Sin embargo, tienes que entender que tú eres solamente un jugador que puede ganar o perder, mientras que el casino siempre tiene que ganar algo. En otras palabras, siempre hay un margen de beneficio para la banca con el que tienes que lidiar.
Es la estrategia básica blackjack, y se puede aplicar porque en este juego es posible reducir el margen de beneficio de la banca. Consiste exactamente en la mejora de las probabilidades de ganar y en minimizar la ventaja de la casa gracias a una serie específica de decisiones.
La estrategia se presenta en forma de una "Tabla de decisiones", una especie de manual en la que aparecen las acciones recomendadas como una estrategia segura, cuyo objetivo es reducir la ventaja de la casa en cada apuesta. En un caso ideal, seguirla significa reducir esta ventaja a 0%.
El blackjack es un caso particular porque existe esta tabla conocida por todos los jugadores y que puedes conseguir en Internet. No son normas en sí mismas, sino más bien el camino más seguro para aumentar al máximo las ganancias a nivel estadístico, y que puede seguir seguido por cualquiera.