Existen varias posibilidades de composición de la mesa que se “traducirán” en el posterior devenir de la elección a President de la Generalitat. No nos olvidemos de la importancia que tiene conocer los partidos políticos que la van a componer, así como del número de representantes de cada uno de ellos (sobre un total de 7 componentes), pues van a ser dueños de los tempos y de la aceptación de los candidatos a presentarse al cargo.
Recordemos que el resultado electoral dio una importante victoria (28% de los votos y 42 diputados) al partido socialista catalán liderado por Salvador Illa, mientras que el segundo en resultados fue el auto-exiliado Carles Puigdemont (21,6% de los votos y 35 diputados) a 200.000 votos de diferencia del Psc. Sin embargo y a pesar de que el voto secesionista, por primera vez en 40 años, ha perdido la hegemonía en Cataluña Carles Puigdemont está maniobrando claramente para optar a “la restitución” negándose a admitir la realidad de que el pueblo catalán le ha relegado a la segunda posición.
Es por ello por lo que el llamado bloque independentista que encabeza Junts y que cuenta con un extraño aliado como lo son los radicales antisistema de la CUP, está forzando la máquina “enamorando” al damnificado electoral y descabezado ERC (bajó de 33 a 20 diputados) en busca de la reedición de aquel gobierno que planteó unilateralmente una dui (declaración universal de independencia) que ha llevado a la zozobra a Cataluña política, social y económicamente. Los estrategas de Junts entienden que, si ERC accede a ocupar la presidencia de la cámara catalana a cambio de proponer a Carles Puigdemont como candidato a la presidencia y pese a no sumar mayoría absoluta, conseguirían la presidencia en una segunda votación.
Por eso es clave la composición de la mesa. Si Junts consigue que ERC se decante por ellos serán capaces de lograr 4 de los 7 componentes de esta y podrán convocar la sesión de investidura de Puigdemont. Es obvio que en la primera votación no conseguirían la mayoría absoluta de la cámara, pero en la segunda con mayoría simple podrían conseguirlo siempre y cuando las “fuerzas políticas españolas” no se alineen con el Psc y lo salven de la quema y se abstengan.
La temida y escasamente probable coalición “constitucionalista” entre Psc, Comuns, Pp y Vox supera claramente la mayoría en la cámara y podría componer una mesa mayoritaria. Pero cuenta con la más que irreconciliable animadversión entre Comuns y Vox al proyecto, lo que dejaría a los dos grandes partidos españoles (Psc+PP) con sólo 57 votos, por tanto, por debajo de los 59 que sumarían los nacionalistas.
La tercera vía, y la que tiene más posibilidades, la conformaría el tripartito de izquierdas formado por Psc, Erc y Comuns que suman, exactamente, los 68 votos necesarios para ser mayoría absoluta. Por eso los socialistas catalanes también han ofrecido a ERC la presidencia de la Cámara con el objetivo de “bloquearle” de cara a posibles pactos con sus adversarios políticos.
Como habrán observado, Esquerra Republicana es la clave de las dos opciones más probables, pero ¿será capaz ERC de aprovechar este momento de debilidad interna y descabezamiento dándole el apoyo a quien le ha “robado” el votante y el voto que no es otro que el Psc de Illa o se va a inclinar por apoyar a su otro “vampiro” electoral Junts x Puigdemont, su “enemigo del alma”?.
A todo esto, no debemos olvidarnos de lo que llamamos “clave española” y que no es otra cosa que, si no se asegura la gobernabilidad y la estabilidad y una vez consumidos todos los plazos, se pueden convocar nuevas elecciones para octubre. Y aquí es donde el estratega Sánchez saca su CIS particular a pasear y su mucha imaginación apoyada en mil asesores y nos “amenaza” con hacer coincidir un adelanto electoral de las legislativas españolas con las autonómicas catalanas porque, pobre de él, en Cataluña no le dejamos gobernar y en Madrid se le hace la vida imposible.
En cualquier caso, siempre nos queda el comodín del PP que es el gran ignorado pero que ha logrado que los 15 diputados conseguidos por Alejandro Fernández sean cruciales para casi todas las composiciones matemáticas si no se produce el pacto de izquierdas. Y eso lo veremos a partir del lunes cuando se cierre la composición de la mesa del Parlament. Si el PP tiene representación importante en la mesa como cuarta fuerza política catalana significará que tanto Junts como Psc lo ven como necesario para la investidura del nuevo President. Ahora entiendo lo que ha manifestado Feijóo estos días acerca de intentar sumar con Junts y otras fuerzas (Vox y/o PNV) la presentación de una moción de censura en el Congreso contra Sánchez. ¿No estará pactando el PP con Puigdemont para “dejarle” ser, de nuevo, President de la Generalitat a cambio de su abstención y posterior apoyo a esa moción de censura en Madrid?
En definitiva, todo es posible y depende de dos actores: fundamentalmente de la decisión de ERC a sumarse al bloque independentista o al bloque de izquierdas. Si lo hace apoyando al PSC la historia acaba aquí con Illa como presidente por mayoría absoluta, pero si decide apoyar a Junts la historia puede acabar con la abstención del PP y con Puigdemont de presidente. Por eso es tan importante la configuración de la mesa y la decisión de Esquerra: ¿a quién va a querer más Esquerra, a papá o a mamá o a una repetición electoral?