Los giros repentinos y drásticos, la regulación inconsistente y las tácticas económicas erráticas, como las que vemos en Estados Unidos actualmente, están sacudiendo la confianza en los principales mercados globales. Los inversores serios miran a largo plazo, huyen de los escenarios inmediatos y eso frena la inversión. Pero no hay que ser negativo, este contexto ofrece una gran y hermosa ventaja para otros países y regiones del mundo con una vocación de gobernanza estable, marcos legales sólidos y un enfoque a largo plazo basado en el consenso que ofrece una referencia muy necesaria en tiempos turbulentos.
El ganador emergente será ... Alemania. El actual canciller Friedrich Merz no se basa en trucos políticos a corto plazo: se fundamenta en la fiabilidad, la mejora de infraestructuras y la continuidad. Para los inversores internacionales, que siempre valoran un terreno sólido, esa es la gran y hermosa ventaja. Por esa razón, Europa, liderada por Alemania, volverá a estar en el centro de atención.
Mientras otros titubean en la incertidumbre, Alemania se presenta como el puerto seguro de Europa: un lugar donde el capital está protegido, las políticas son solventes y los negocios pueden prosperar. No es de sorprender que, a medida que la duda aumenta en otros lugares, las miradas se dirijan hacia Berlín, Frankfurt y Múnich. En un mundo inestable, la tranquila fortaleza de Alemania se está convirtiendo en su activo más valioso.