Por su parte, la lámpara Snoopy de Flos, diseñada en 1967 por Achille y Pier Giacomo Castiglioni, combina mármol blanco y metal negro en una composición llena de humor y elegancia. Inspirada en el célebre personaje de Charles Schulz, su pantalla inclinada refleja la ironía inteligente de los maestros del diseño italiano. Más que una lámpara, es un gesto de luz que evoca el espíritu lúdico de la época.
La Lampe Frechin de DCW Éditions Paris, creada por Jean-Louis Frechin, es una obra contemporánea que une ciencia y poesía. Elaborada en mármol negro y cristal, reinterpreta los códigos del diseño científico con un enfoque material y emocional. Su luz parece flotar, evocando los instrumentos de observación antiguos y la precisión de la artesanía francesa.
Y si hay una lámpara que representa la calidez navideña, esa es la Cestita de Santa & Cole, obra maestra de Miguel Milá (1962). Su estructura de madera sostiene un globo de vidrio opalino que parece flotar en el aire. Un diseño sereno, artesanal y atemporal que conecta con lo esencial: la luz como compañía, como símbolo de hogar y de calma.
Y para quienes buscan un icono con mirada arquitectónica, la Lorosae de Nemo Lighting, diseñada por Álvaro Siza, es una pieza de precisión y sutileza. Su cristal soplado azul océano traduce el pensamiento arquitectónico en una forma delicada y poética, reafirmando el vínculo entre luz y estructura.
Esta selección, que incluye otros iconos como la Nessino de Artemide, Wire de Verpan, Flowerpot VP9 de &Tradition, es una invitación a redescubrir los clásicos. En ellos, la luz se convierte en memoria y emoción: un regalo perfecto para quienes valoran la historia del diseño.