Los satélites "gemelos" superan a sus predecesores en velocidad, precisión y peso. "La principal dificultad consiste en la tecnología de navegación autónoma", señaló Xie. "Es necesaria para mantener el desarrollo sostenido del proyecto". Wang Ping, otro de los principales ingenieros del proyecto, afirmó que a través de la conexión entre ambos satélites se realizan la comunicación y la medición de distancia intersatelitales, acercando el objetivo del control autónomo del sistema de navegación.
La navegación autónoma es la clave del proyecto hacia una operación global. Permite que los satélites trabajen de forma independiente, ofreciendo datos más precisos al cliente. El proyecto de la constelación Beidou (nombre chino de la Osa Mayor) se puso en marcha formalmente en 1994, dos décadas después del inicio del sistema GPS. El primer satélite Beidou se lanzó en 2000.
Para 2012, se había creado una red regional que ofrecía servicios de posicionamiento, navegación, sincronización y mensajería de texto para China y otros países asiáticos. Beidou es uno de los cuatro principales sistemas de navegación del mundo, además del GPS, el GLONASS de Rusia y el Galileo de la Unión Europea, todos con la aplicación de la tecnología de navegación autónoma.