Lo cierto, es que la izquierda no necesitaba de muchos gestos para mostrarse comprensiva con etarras, criminales y asesinos. Tampoco ahora iban a ser una excepción. En el fondo, comparten ideario marxista, y eso los hace mostrarse muy cariñosos los unos con los otros.
La izquierda es una farsa. Preocupados en desenterrar cadáveres que no aparecen, en esclarecer sucesos de hace mas de 80 años, y en ocultar y olvidar los mas recientes. La izquierda pretende ajustar cuentas de una guerra que perdieron y que desean ganar ahora en los despachos. No son creíbles. Han convertido en un negocio subvencionado, la búsqueda de cadáveres en cunetas y fosas, a la vez que nos exigen seamos generosos con los criminales y asesinos de ETA.
Los cadáveres no aparecen, y cuando lo hacen, resulta que es del bando contrario al que ellos dicen representar. ETA ha ganado la batalla, incluso me atrevería a decir que la guerra. Estamos asistiendo a la escenificación de la rendición del estado español. ETA ya no mata porque no le interesa, no le es rentable. ETA está presente en instituciones e incluso domina parlamentos autonómicos españoles como el navarro.
Me asquea ETA y me asquean los obispos vacos, y me asquean todos aquellos que ven en este nuevo infame comunicado de la banda de asesinos, un gesto de reconciliación. Los cambios de nombres de las calles en Madrid ya han comenzado. No es una cuestión menor, no es una cuestión baladí. Se quita reconocimiento a nuestros héroes, a nuestras víctimas, a todos aquellos que recuerdan que la historia de España fue muy distinta a la que ahora nos ha tocado vivir, para, en la mayoría de las ocasiones, ser sustituidas por personajes ruines e infames. Vale cualquier excusa y nadie debe sorprenderse de que, en breve, también quitemos el reconocimiento a las víctimas del terrorismo, para acabar dándosela a sus verdugos, a sus criminales. Esa es la nueva estrategia de la izquierda española a la que la derecha o centro reformista no planta cara, sin saber, sin darse cuenta, que ellos también serán laminados.
La palabra “facha”, utilizada como insulto y atenuante para atentar contra todo disidente, contra todo el que piensa diferente, es la excusa que necesitan los indigentes intelectuales para culminar con la eliminación de todo personaje y recuerdo que no se ajuste a su visión de las cosas, independiente de la época histórica al que pertenezca el individuo. Justificamos los crímenes de la izquierda de hace 80 años, lavamos su imagen y aceptamos como validos el comportamiento infame de sus representantes. Ahora toca lavar la imagen de sus criminales más actuales. Este comunicado de ETA marca el camino que sin lugar a dudas nos conducirá a que, dentro de algunos años, estemos viviendo otro proceso de cambio de calles, se las quitaremos a las víctimas del terrorismo y se las daremos a los asesinos de ETA.