Obviamente, existen ciertas empresas cuyos procesos no pueden ser 100% remotos, pero se debe entender que teletrabajar es una forma organizativa flexible que pone el foco en el objetivo y da una mayor libertad al equipo para acometer dichos objetivos.
Tal y como lo entiendo, el trabajo físico no siempre está unido a la productividad y el posible miedo al “descontrol” via teletrabajo, es un mero reflejo de algo que ya se estaba viviendo de forma física pero quizá no se palpaba. La pregunta que se debe formular el ejecutivo es:
Si ambas respuestas son afirmativas, la adaptación al teletrabajo debería ser más sencilla. Desde nuestra experiencia, el teletrabajo permite reducir muchas horas improductivas (como los desplazamientos a oficinas), a la vez que permite dar flexibilidad a las personas para maximizar su tiempo de trabajo: ¿Qué prefieres que alguien de tu equipo duerma una siesta de 20 minutos cada día y sea capaz de rendir las próximas 3 horas al 100% o que no duerma nada y rinda al 30% durante ese tiempo?
En lo referente a la productividad personal, es importante recalcar que la misma máxima aplica para los espacios físicos que personales: Teniendo claro mi objetivo y cuántas más horas pueda estar concentrado, mayor será mi posibilidad de alcanzarlo.
A nivel de empresa, la mejor forma de aumentar la productividad del equipo es potenciando la:
Si conseguimos tener un empresa asíncrona, con procesos estandarizados y un alto grado de automatización, escalar la empresa no nos debería costar, aunque deberemos prestar especial atención a cómo hacemos que la cultura de empresa llegue hasta la última persona que acaba de entrar.
Del mismo modo, tener la posibilidad de tener equipos remotos nos podría abaratar los costes de contratación e incluso permitirnos encontrar talento mucho más cualificado que al que podamos disponer de forma local (nótese que a igualdad de capacidades, no cobra lo mismo un especialista de CRO de Barcelona que uno que vive en A Coruña).
Por último, destacar que el teletrabajo (descontando siempre) la confianza y el buen hacer permiten no sólo conciliar la vida familiar sino también tener mejores descansos y tiempos. El teletrabajo debe verse como un sistema capaz de flexibilizar una estructura organizativa y únicamente como una medida impuesta por un estado de emergencia.