No es ninguna novedad decir que la contabilidad es una disciplina demandante que requiere de una constante actualización y datos precisos. Sin embargo, pese a que requiere de una actualización constante, las áreas específicas que la componen son estables y conocidas. Gracias a ello, las operaciones han podido ser automatizadas de manera más o menos completa para integrar la gran mayoría de las funciones asociadas al ingreso de datos, su procesamiento y los resultados correspondientes; Libro de Compras y Gastos, de Ventas e Ingresos, Balance Anual, etc.
Justamente por eso, un programa de contabilidad incorpora la normativa vigente del régimen fiscal en el que se inscribe la actividad de la empresa. Son muy sencillos de instalar, por lo que permiten su implementación de manera inmediata, y pueden asociar a varias empresas o negocios. Además, disponen de distintos niveles de acceso para distintos usuarios y su acople sin restricciones a una red local. También son compatibles con los principales software del mercado; Adobe Acrobat, paquete de Office, ODS y ficheros ASCII de Contaplus, por nombrar algunos.
Dichos programas son útiles por muchos motivos. En sentido general, los distintos sectores de la empresa pueden funcionar de manera conjunta y producir resultados en tiempo real sobre el estado de la rentabilidad, la desviación presupuestaria y los gastos financieros contraídos. Para funcionar, además disponen de un calendario fiscal actualizado.
La contabilidad es un área de la administración que requiere de la implementación de ciertos parámetros de control y el procesamiento de los datos transaccionales de las empresas. Es por ello que esta tarea solía estar en manos de especialistas. Hoy, con un programa de contabilidad uno puede automatizar este procesamiento de manera sencilla y a un costo extremadamente bajo.