En mitad de la desaceleración económica y la espiral inflacionista
· Por Eiko Sievert, director de calificaciones del sector público y soberano de Scope Ratings
Los planes de recorte de impuestos y aumento de gasto público de la nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, corren el riesgo de poner en peligro las finanzas públicas y la confianza de los inversores si las reformas no mejoran también la credibilidad fiscal y preservan la independencia de los reguladores financieros y del Banco de Inglaterra. Elegida este lunes como líder del gobernante Partido Conservador, convirtiéndose así en la nueva primera ministra del Reino Unido, Truss asume el cargo en unas circunstancias económicas inusualmente difíciles. La alta inflación, el aumento del coste de la energía, la depreciación de la libra esterlina frente al dólar y la desaceleración del crecimiento económico pondrán a prueba el éxito en la tarea de ayudar a los hogares a hacer frente al aumento del coste de vida. Además, esta política también definirá su mandato en el período previo a las próximas elecciones generales, previstas para dentro de poco más de dos años.