X ANIVERSARIO DE FERNANDEZ DE LA MORA
Haciendo memoria sobre Fernández de la Mora
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El ex ministro Gonzalo Fernández de la Mora y Mon (1924-2002) |
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José Luis Barceló Mezquita
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jlbarceloelmundofinancierocom/9/9/27
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
Este viernes 10 de febrero se cumple el X Aniversario del fallecimiento del diplomático, político y pensador Gonzalo Fernández de la Mora y Mon. Para conmemorarlo, la Universitas CEU Senioribus ha organizado un acto este jueves 9 de febrero a las siete de la tarde en la calle Tutor 35 y el autor glosa en este artículo el perfil de una de las figuras descollantes del actual pensamiento conservador español.
Este viernes 10 de febrero se cumple el décimo aniversario del fallecimiento del político, diplomático y pensador Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, aniversario que puede servir para muchas cosas, pero fundamentalmente para repensar acerca de lo que es hoy la derecha y el pensamiento conservador en nuestro país. La fecha ha coincidido felizmente con la reedición por editorial Áltera de uno de sus libros más leídos, “La envidia igualitaria”, y con la organización de un acto de homenaje de la Universidad San Pablo-CEU, a través de su Universitas CEU Senioribus, para este jueves 9 de febrero a las siete de la tarde en la calle Tutor 35.
¿Qué queda hoy en el panorama nacional del pensamiento del citado pensador? Más bien poco, porque la derecha española, anclada en apalancamiento político de un Partido Popular escasamente reformista, tiende a sentir complejo cuando se le cita el apellido del diplomático, calificado por la izquierda como “ideólogo del franquismo”. Extremo éste que no es en modo alguno cierto: Fernández de la Mora fue un ministro eficaz e intelectualmente brillante, que fomentaba el “estado de las obras” sobre el de las ideologías, y siempre fue bastante parco en la propaganda y el autobombo, algo a lo que nos tienen tan fatigosamente acostumbrados los políticos de hoy en día. Ese sería, probablemente, el hecho que le llevó a apartarse de la Alianza Popular liderada por el recientemente fallecido –y también ex ministro de Franco-, Manuel Fraga Iribarne. Y uno de los motivos por los que a partir de cierto momento, solamente se dedicó a escribir y participar en conferencias o cursos.
Pero detengámonos en el tiempo por un momento. El pensamiento de Fernández de la Mora siempre ha sido vanguardista y bastante adelantado a su tiempo. Hoy contemplamos atónitos su preclara anticipación en otro libro famoso, quizás el más traducido de los suyos, “El crepúsculo de las ideologías”, absolutamente actual. Uno de los momentos claves del mundo moderno es el colapso del sistema soviético. Todavía no hay perspectiva suficiente para conocer lo que ha supuesto para Occidente el derrumbe del sistema soviético. Mi buen amigo el periodista Ángel Maestro, uno de los mejores valedores de Fernández de la Mora en todo campo de batalla y uno de los mayores expertos españoles sobre China, menciona a menudo que Mao Tse Tung sostenía que no había aún suficiente perspectiva histórica para interpretar la Revolución Francesa.
El pensamiento de Fernández de la Mora posibilitó al menos una tesis doctoral dirigida por el ilustre catedrático Dalmacio Negro a cargo del doctor y profesor Luis Sánchez de Movellán, y hoy creo que hay alguna más en marcha sobre su obra y pensamiento, una seguramente en algún departamento de la Universidad de Navarra. Es probable que los estudiosos de hoy tengan mayores facilidades y menos trabas que los de hace diez años, y el profesor Sánchez de Movellán sentó con total seguridad los cimientos para posteriores investigadores.
Fernández de la Mora es considerado hoy uno de los mejores pensadores de la derecha moderna, que debe ser rescatado con prontitud de desván de la calle Génova 13. Anticipó casi todo lo que ha ocurrido primero a España y luego al mundo. Vaticinó el crepúsculo de las ideologías –PP o PSOE solo defienden intereses partidistas, no ideologías-, vaticinó la agresividad del sistema de autonomías nacionalistas y tendentes a un separatismo cada vez más acentuado y voraz, vaticinó la corrupción del sistema de partidos y vaticinó la debilidad de los líderes actuales, cuyo esfuerzo se enfoca solamente a mantenerse en el puesto el mayor tiempo posible.
La derecha española no debería acomplejarse de su pasado más reciente, todo lo contrario, y esa factoría de ideas que es la Fundación FAES debería promover, además de sus conocidos laboratorios sobre la economía capitalista, una célula de trabajo sobre pensamiento conservador español, rescatando, trabajando e interpretando el ideario de nuestros mejores pensadores. Allí Fernández de la Mora debería tener un lugar de privilegio, que no de complejo vergonzoso.