ANÁLISIS DE ACTUALIDAD
La deuda fiscal de los clubes de fútbol
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Juan Antonio Zuriarrain
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
"El Estado debe de vigilar las deudas bancarias de estos clubes, para que igual que la burbuja inmobiliaria condujo a una crisis bancaria, por la valoración de activos últimamente llamados tóxicos, las deudas bancarias de los clubes no conduzcan vía una burbuja futbolística, a una nueva crisis bancaria que los préstamos avalados por derechos de jugadores no pasen a valer menos de la mitad de lo estipulado, y nos encontremos con otro agujero en los balances bancarios. Solo faltaría que el fútbol agudizase la crisis bancaria".
El acuerdo alcanzado por la liga de futbol profesional y la Secretaría de Estado de Deporte, se me antoja muy corto. Es inadmisible que los Clubes hayan llegado a tener una deuda con la Hacienda Pública de más de 600 millones de euros, además de una incalculable deuda bancaria, por mucho que digan tener como aval los derechos de traspaso de los jugadores, la burbuja futbolística esta ahí y cualquier día esos derechos pueden valer menos de la mitad de lo que se dice.
La Unión Europea está investigando si estamos procediendo en contra de la competencia por las ayudas estatales a los equipos, y es cierto estos se están viendo favorecidos por préstamos fiscales, que otros equipos extranjeros no tienen derecho y por tanto no se está respetando la competencia, por tanto aunque el futbol sea un tema menor deberíamos combatir esta práctica, anulando estas ventajas otorgadas.
Pero más grave es, que dado el déficit público tan inmenso como el que tenemos y viendo los sacrificios que suponen recortar cantidades en el mismo, no nos podemos permitir el lujo de tener en el debe de nuestra Hacienda una cantidad superior a 600 millones de euros con clubes de futbol. Entiendo que una medida de choque y no lo acordado sería no permitir a los clubes ningún fichaje de jugadores mientras exista una deuda con la Hacienda Pública por pequeña que sea esta, si tienen dinero para fichajes que los destinen en reducir o anular sus deudas con el fisco y ahorren de esta manera sacrificios a los contribuyentes.
Además el Estado debe de vigilar las deudas bancarias de estos clubes, para que igual que la burbuja inmobiliaria condujo a una crisis bancaria, por la valoración de activos últimamente llamados tóxicos, las deudas bancarias de los clubes no conduzcan vía una burbuja futbolística, a una nueva crisis bancaria que los préstamos avalados por derechos de jugadores no pasen a valer menos de la mitad de lo estipulado, y nos encontremos con otro agujero en los balances bancarios. Solo faltaría que el fútbol agudizase la crisis bancaria. Para ello debería controlarse el endeudamiento de los clubes por encima de ciertos ratios de prudencia como en todos los órdenes de la vida.
Hagamos extensivo lo de los clubes de fútbol, a equipos de baloncesto, balonmano o a cualquier otro deporte de élite.
(*)Juan Zuriarrain es economista.