FORO DE PENSAMIENTO PARA LA ÉLITE
La búsqueda científica del alma
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Luis Sánchez de Movellán
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
El autor, eminente filósofo, se aproxima en este artículo manifiesta sus dudas acerca de si el hombre será capaz algún día de determinar la localización del alma, que no debe confundirse con la conciencia ni con las evidencias científicas acerca del funcionamiento nervioso.
En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la Universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor, lo explica así en su obra ¿Y tú qué sabes?: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensación de ser el observador”. En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par: “Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.
A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos, nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro sólo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de dos mil millones de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo ¿Y cómo se filtra esa información? Pues a través de nuestras creencias: el modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias.
El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo experimentó: ira, dolor, rabia…Si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza cada vez más. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.
La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ella en acción. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras o…adictivas.
Hemos de permitir a nuestra mente y a nuestro cuerpo que trasciendan todos los límites y tengan una experiencia de introspección, una experiencia directa con nuestra verdadera naturaleza y sus valores de equilibrio, la adaptabilidad, la autorreferencia, la capacidad autointeractuante, la armonía, el amor, la adaptabilidad, la flexibilidad, la integración, la capacidad de ser consciente, de recuperar el “observador”, y dejar de ser la víctima de nuestras propias emociones.
LUIS SÁNCHEZ DE MOVELLÁN DE LA RIVA
Doctor en Derecho. Director de la Vniversitas CEU Senioribvs