OPINIÓN
La economía del Dr. Frankenstein
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
"Es condición necesaria que la austeridad presupuestaria no asfixie al sistema capitalista, restringiendo al máximo el gasto público y privado vamos hacia una situación de subconsumo generalizado y como consecuencia, un aumento progresivo de las cifras de desempleo en toda Europa. Necesitamos pequeñas dosis del recetario keynesiano, un estimulante que permita dar resuello a la industria, sin olvidar la circulación de crédito, y a los ciudadanos".
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| Vicente Vera es economista y escritor. |
Como buen aficionado al cine, felicito al director Enrique Urbizu por su arrollador éxito en la entrega de los Premios Goya 2012. Desde esta columna animo a todos los lectores a que continúen visitando las salas de cine y experimentar esa magia especial que se produce ante la oscuridad y el silencio durante la proyección.
Afortunadamente no abandonamos el séptimo arte, pues el siguiente argumento está íntimamente relacionado con la reciente visualización de una de las comedias cinematográficas más divertidas de los últimos cincuenta años, película dirigida por el estadounidense Mel Brooks en 1974, su titulo es “El jovencito Frankenstein”, se trata de una deliciosa parodia del cine de terror y como línea argumental todo gira en torno a la búsqueda de unos diarios , de un manual de instrucciones perteneciente al abuelo fallecido del Dr. Frankenstein, que le permita disponer información para continuar interviniendo y manipulando el cerebro de sus pacientes, y así realizar sus transformaciones. En nuestro caso no vamos a practicar trepanaciones, más bien recurrimos a este mecanismo para, de manera alegórica, poder ilusionarnos mediante la política ficción sabiendo que nuestros lideres de la Unión Europea, Merkel y Sarkozy deberían poco menos que acertar en la intervención del cerebro de la Comisión Europea, órgano rector en las decisiones de política económica , tratando de determinar con precisión cuales han de ser las medidas que consigan reactivar una salida rápida de esta agobiante situación de recesión y paro creciente.
Sigo pensando que los mentores de la eurozona deberían esforzarse más por la unidad y cohesión de los europeos, es decir, como unos Estados Unidos de Europa.Nos hemos dotado de un Parlamento europeo, de un Banco Central y de una Comisión Europea, instituciones más que suficientes, capaces de abordar soluciones a este marco de incertidumbre y miedo. Si no actuamos con inteligencia y no luchamos por la modernización y transformación de Europa estaremos creando un monstruo social y económico que acabará, austeridad mediante, con nuestro status económico, entonces el Dr. Frankenstein nos parecerá un juego de niños.
El pasado fin de semana he podido devorar una brillante entrevista publicada en un dominical y realizada a dos de los pensadores más longevos de Europa, Stephane Hessel (Berlín, 1917) y Edgar Morin (Paris, 1921), dos viejos luchadores por la libertad, acaban de publicar un libro titulado “El camino de la esperanza” en el que se vierten algunas de las reflexiones de estos pensadores en relación con la política y economía actual y futura, la verdad es que la entrevista no tiene desperdicio, elegimos una de las perlas, se les pregunta si los partidos políticos sirven todavía y si están demasiado cerrados en sus certidumbres, a lo que Edgar Morin responde que “los partidos van a remolque de la economía. Pero hay una posibilidad de regeneración, hay que trabajar en esa dirección”. Señalamos también una reflexión del economista griego YanisVaroufakis (Atenas, 1961), asesor del ex primer ministro heleno Papandreu, considera que es imprescindible que tenemos que denunciar que la responsabilidad atañe, sobre todo, a la estructura de la Unión Europea. Tratemos de convencer a nuestros líderes políticos de construir una arquitectura europea diferente .De la manera que se están haciendo las cosas, lo único que conseguiremos es crear un monstruo que provocará la destrucción, la desintegración de la Unión Europea.
Es condición necesaria que la austeridad presupuestaria no asfixie al sistema capitalista, restringiendo al máximo el gasto público y privado vamos hacia una situación de subconsumo generalizado y como consecuencia, un aumento progresivo de las cifras de desempleo en toda Europa. Necesitamos pequeñas dosis del recetario keynesiano, un estimulante que permita dar resuello a la industria, sin olvidar la circulación de crédito, y a los ciudadanos.
Para concluir, confirmo que somos afortunados, podemos celebrar la actualidad del pensamiento de Charles Dickens, en los próximos días se cumplirás los 200 años de su nacimiento, si releemos su obra comprobaremos que no se ha avanzado casi nada. Asimismo también se cumplen doscientos años del nacimientote de un importante vate, Francisco Juan Ganga Ager (Elda, 1812) más conocido por El Seráfico, especialista en la creación de preciosas décimas y cuartetas. Amigo del marqués de Salamanca, durante su etapa de alcalde de Monóvar, nombrado por el ministro liberal Cea Bermúdez, en pleno siglo XIX. Poeta respetado por el maestro, José Martinez Ruiz,”Azorin”; me despido con una de sus décimas más populares y que tiene que ver con la realidad de la vida y de la muerte: “Mueren todos los prelados/jueces y gobernadores/grandes, medianos, menores /doctores, cirujanos /abrid los ojos mundanos/ no pecar que es de locura/ y hagamos la compostura/que nos hemos de morir/ y que nos tiene que cubrir/ una triste sepultura.
Vicente Vera Esteve es economista y escritor
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