Todos conocemos las tres erres: Reducir, reciclar y reutilizar. Se nos ha enseñado esa práctica desde pequeños, diciéndonos que podemos cuidar al planeta al implementar esta técnica. Y esa técnica no solo se puede aplicar en la vida personal, sino que muchas empresas la usan para mejorar sus negocios. Un ejemplo de ello está en la forma en la que la industria de las telecomunicaciones rehúsa su infraestructura para poder obtener más ganancias y dar un mejor servicio. La industria de las telecomunicaciones necesita de una gran cantidad de cableado para poder funcionar.
Existen más de un millón de kilómetros de cable submarino de fibra óptica. Además, también hay cientos de miles de kilómetros de cableado óptico y de cobre que conectan a cientos de miles de casas y negocios de todo el mundo.
Por desgracia, todos esos cables se tienen que colocar en algún lugar, y en un principio solo había dos opciones para que no estuvieran al alcance de las personas: Colocarlos en postes o bajo el suelo, siendo este último más caro. Sin embargo, los ingenieros han encontrado formas más eficaces de instalar esos cables, y ahora los colocan junto a estructuras similares que también recorren cientos de kilómetros, tales como trenes, canales de agua, cables de alta tensión y gasoductos.
Por ejemplo, en la industria de las telecomunicaciones se suele reusar una infraestructura que se deja cuando se renueva o construye una línea del tren. Ahí se combinan tanto los cables de telecomunicaciones como los cables para ferrocarriles para aprovechar la infraestructura y evitar tener que gastar dinero construyendo su propio tendido.
Cuando se construyen carreteras u otras grandes infraestructuras, éstas se desarrollan con visión al futuro. Así, muchas de ellas colocan la instalación necesaria para los cables, así como pipas extras vacías para que luego se les puedan introducir más cables mediante una máquina especial diseñada para eso. De esa forma, cuando se quiera ampliar la red de cables, se puede reutilizar la infraestructura antigua y solo agregar más cable, sin tener que excavar de nuevo.
Otro caso a destacar sobre la reutilización en las telecomunicaciones es el desarrollo de la tecnología xDSL. Esa tecnología permite reutilizar la infraestructura telefónica (que se encuentra en casi todas partes) para obtener mayores velocidades de conexión a internet. Esa tecnología también se ha usado en lugares donde hay grandes infraestructuras de cable coaxial para televisión, pudiendo obtener internet más rápido gracias a eso.
No todo el proceso de reusar se lleva a cabo para obtener un mayor beneficio económico de ello, sino que también se obtienen otros buenos resultados de reusar el cableado o instalaciones de otros proyectos. Uno de esos beneficios es el de poder contaminar menos al no tener que gastar muchos materiales y energía en instalar una línea completamente independiente.
Las telecomunicaciones son necesarias para nuestro día a día, sin ellas no podrías estar leyendo este artículo. Afortunadamente, esta industria ha encontrado una forma de reducir costos mientras salvan al planeta. Esperamos que otras industrias puedan encontrar un camino similar.