TAIWAN ENFOCA UN TRABAJO SEGURO Y PREVENTIVO
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Chiu Wen-ta, Ministro de Sanidad, República de China (Taiwán) |
Salud Pública en Taiwán: transición y reforma
Por Chiu Wen-ta, Ministro de Sanidad, República de China (Taiwán)
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
En la década de 1950, la prevención de las enfermedades contagiosas era el asunto de salud pública más importante en Taiwán. Los esfuerzos hechos en la prevención de estas enfermedades lograron erradicar muchas de ellas, como la viruela, el cólera, la peste, la rabia y la malaria. En los años 80, cerca del 15,2 por ciento de los adultos en Taiwán estaban infectados con el virus de la hepatitis B (el más alto porcentaje a nivel mundial). Sin embargo hoy, gracias a los avances para eliminar esta enfermedad, el porcentaje de infección crónica por el virus de la hepatitis B es menor al 1 por ciento, comparable con los países desarrollados en Europa, Estados Unidos y Japón.
Los nuevos tipos de enfermedades contagiosas siguen constituyendo una gran amenaza para la salud pública. Cuando se confirmó el primer caso de la gripe H7N9 en Taiwán en abril del presente año, los Centros para Control de Enfermedades de la nación, basándose en los principios de transparencia, apertura y precisión, informaron inmediatamente del incidente a la OMS de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Aunque Taiwán no es actualmente parte del Marco de Preparación para una Pandemia de Gripe de la OMS, cumplimos con todos sus reglamentos, participamos voluntariamente en su mecanismo de seguimiento y suministramos cepas de virus a las partes que lo requieren. Taiwán también muestra su disposición a la hora de donar vacunas, medicinas y otros materiales para la prevención de enfermedades en países que los necesiten.
El programa del Seguro Nacional de Salud (NHI, siglas en inglés) constituye uno de los grandes hitos en la salud pública de Taiwán. Desde su implementación en 1995, el NHI ha removido las barreras económicas de la atención médica y ha aumentado la accesibilidad. En los últimos 18 años, la tasa de satisfacción con el programa ha oscilado entre el 70 y 80 por ciento, y sus logros han sido elogiados en todo el mundo.
A partir de enero de 2013 se puso en marcha una segunda generación del programa del NHI, estableciéndose un mecanismo que enlaza los ingresos y gastos para mantener el equilibrio en las cuentas fiscales y un formato más justo de reparto de costos. El Gobierno está asumiendo una mayor responsabilidad por el bienestar del pueblo al cubrir un mínimo del 36 por ciento de los gastos del NHI.
Respondiendo a la demanda de la sociedad de que los recursos sean usados más adecuadamente, la Oficina del Seguro Nacional de Salud implementa anualmente medidas de mejora. Si bien Taiwán protege el derecho del pueblo para acceder a la atención médica, sin embargo se congelan las tarjetas del NHI de aquellas personas que poseen capacidad financiera pero no pagan sus primas.
Como también ocurre en otros muchos países del mundo, una sociedad que envejece constituye un importante desafío para Taiwán. Las naciones desarrolladas se enfrentan a este problema de una forma más inminente, y en ellas las enfermedades no contagiosas constituyen una seria amenaza para la salud. En Taiwán, enfermedades no contagiosas tales como los tumores malignos, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y las enfermedades crónicas del tracto respiratorio ocasionan el 80 por ciento del total de muertes. Taiwán ha iniciado un plan para crear una “década dorada” de prosperidad, que procura lograr para el año 2020 una reducción del 20 por ciento de la tasa de mortandad por cáncer, una disminución del 50 por ciento en la tasa de fumadores entre adultos y duplicar la cantidad de adultos que se dedican a una actividad física regular.
Dados los muchos retos para la próxima generación, la comunidad mundial necesita la coordinación y cooperación, tanto entre departamentos como a nivel internacional, para asegurar que los limitados recursos sean usados apropiadamente y crear un sistema de salud de cobertura universal que haga posible el objetivo final de la OMS de “salud para todos”.
Este es el quinto año en que Taiwán participa como miembro observador en la Asamblea Mundial de la Salud. Si bien en el pasado no pudimos participar en mecanismos y reuniones de la OMS, y aún cuando nuestra participación sigue afectada por restricciones, Taiwán ha hecho un considerable avance en muchos tipos de cooperación internacional en materia de salud; y no ha desistido a la hora de compartir sus experiencias y éxitos en el campo del cuidado de salud.
En la década de 1960, Taiwán fue receptora de la ayuda internacional. Hoy en día, sin embargo, es un activo proveedor de ayuda humanitaria, donando anualmente el equivalente al 0,1 por ciento de su PIB. También participa activamente apoyando los esfuerzos de la OMS y sus socios mundiales para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio relacionadas con la salud. Al mismo tiempo que procura mejorar la salud de su propio pueblo, Taiwán espera tener más oportunidades para participar en los esfuerzos a nivel internacional con el fin de cumplir mejor con sus responsabilidades como un miembro más de la comunidad mundial.