Tuve la oportunidad de asistir a unas mesas redondas sobre los conflictos en la región de los grandes lagos en la Fundación Amberes. Especialistas en la materia entre ellos Mbuyi Kabunda Badi;director académico del observatorio sobre la realidad africana, Frank de Coninck enviado especial de Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Bélgica para los grandes lagos, Santiago Martínez Caro, Director general de Casa de Africa,Luis Francisco García Cerezo ,asesor de la Dirección General para el Magred,Africa, Mediterráneo y Oriente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España,Conchin Fernández ,periodista de TVE, autora del reportaje Cooperación con Congo (2013) y Colette Braeckman,periodista de TVE.
La región de los Grandes Lagos, ha sido la zona del mundo donde violación como arma de guerra, los intereses económicos, las pandemias y problemas étnicos ha costado la vida a cinco millones de personas especialmente mujeres, niños y niñas desde 1994. La República Democrática del Congo ha sido un campo de experiencia brutal de un Estado Fallido –donde los grupos armados y nuevas formas de terrorismo- han creado una situación donde el Ejército y las Fuerzas de Seguridad del país- necesitan una profunda reforma y evitar infiltraciones de elementos violentos de las organizaciones armadas.
La República Democrática del Congo tiene problemas regionales, de corte de interés económicos muy fuertes especialmente los diamantes y productos estratégicos. Ruanda, Burundi, Uganda, Angola y la República Centro Africana son centros de intereses estratégicos, en lo político y económico que influyen en soluciones de paz y estabilidad.
La esperanza de vida es de 45 años ,una red sanitaria muy deficiente donde muchas mujeres y recién nacidos mueren por falta de medios económicos, para asistencia médica, actos atroces de violaciones a hombres y mujeres delante de sus familiares o su pueblo no deja la menor duda que la comunidad internacional tiene que buscar soluciones de emergencia donde participe la Unión Africana, él Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Hay esperanza y fe en un pueblo: pero si no cambiamos los seres humanos es muy difícil sobrevivir, al dolor del cuerpo y alma. Si no evitamos la miseria la miseria será una realidad que lleve a la humanidad a desaparición de nuestra propia civilización.
- Francisco Meana es analista político