Y es que nuestra economía es una caja de sorpresas, de repente aparecen informes rigurosos con signos de poder atisbar ya algún que otro brote verde, como a la semana siguiente la población recibe un jarro de agua fría con la publicación de otro informe poco o nada optimista, el último ha sido el elaborado por la OCDE, organismo de absoluta solvencia desde hace ya mucho tiempo, pero que ahora nos viene a decir que las cosas se complican y nos anuncia una mayor caída de la actividad económica y un mayor aumento del numero de parados. Todo esto sin contar con las sucesivas noticias alarmantes publicadas en diferentes medios británicos anunciando poco menos que la inmediata llegada del Apocalipsis, salida del euro , vuelta a nuestra añorada peseta, etc. . Esto lo ha dicho por escrito el diario Daily Telegraph. Parece que desde la pérfida Albión nos estén echando el mal de ojos o realizando algunas practicas de vudú.
Cambiamos de tercio porque tengo interés en relatar diferentes actitudes y comportamientos de otros países con otros modelos de gestión política y económica. Recogiendo algunas informaciones aparecidas en los diferentes medios de comunicación, me quedo con dos modelos muy mediáticos, aunque por motivos diferentes, el caso de la economía de la Republicana Bolivariana de Venezuela y el de Catar. La primera ha sido noticia recientemente por las carencias de bienes de consumo y de primera necesidad, ya sea por acaparamiento o por escasez de producto en el mercado. Esto es que la las leyes de la oferta y la demanda no funcionan correctamente, algo falla en el mercado que lo hace absolutamente ineficiente, según el legado del economista J.B.Say, la oferta crea su propia demanda, si todo funciona como tiene que funcionar. Esto no es más que el reflejo de una nefasta gestión de la economía, que solamente obedece las instrucciones de sus equivocados gestores. Siendo un país rico en el recurso más preciado que puede tener una economía hoy, como es el petróleo. No parece que se haya cuidado la administración de este recurso en el mercado, estando sometido a fuerzas ocultas que paulatinamente han conseguido modificar el rumbo de dicho país con el consabido malestar social del pueblo venezolano, inflación galopante y devaluación del bolívar “fuerte” una y otra vez. Este sería un caso típico de libro para los estudiantes de primer curso de economía en la universidad.
El otro modelo de país que nos impacta de manera especial es el caso de Catar, emirato árabe igualmente agraciado con abundante petróleo y también el tercer país del mundo con mayores reservas de gas. Esta envidiable situación y dotación de recursos hace que sea el país con el PIB más alto del mundo; cualquier aficionado al futbol, motociclismo o Formula 1 sabe perfectamente qué clase de país es Catar, pero quiero reiterar la relevancia de una optima gestión de política económica, distribuyendo la riqueza entre todos los ciudadanos. Evidentemente somos conscientes de la distancia existente entre estas dos economías, su diversidad cultural, ideologica, etc. Pero ambos poseen un recurso muy valioso para el desarrollo y el crecimiento económico, el petróleo y el gas, solamente se requiere saber gestionarlo bien, no sólo a través del mercado sino que también podría resultar eficiente aplicando una optima planificación de la producción y distribución, unos precios de mercado y siempre acorde con la evolución de la oferta y la demanda, la famosa curva de equilibrio. Todas aquellas acciones que se salgan de este amplio marco, siendo manipuladas sutilmente por medidas de corte populista están abocadas al fracaso económico más absoluto.
Antes de finalizar quiero comentar alguna reflexión en torno a nuestra maltrecha coyuntura económica y política presente, y parece que también futura.
Decía Gay Talese, uno de los padres del nuevo periodismo además de brillante escritor neoyorkino, en una entrevista reciente, que el periodismo es una profesión noble cuya máxima aspiración es ser fiel a la verdad, y ¿Quién se ocupa de decirla? Los gobiernos no.El presidente miente; no este, todos. Concluye afirmando que si los periódicos no vigilan las acciones del gobierno ¿Quién lo va a hacer? Al hilo de esta lúcida reflexión de la verdad en política, de mayores dosis de luz y taquígrafos, los ciudadanos, el pueblo, deberíamos también dotarnos de mecanismos de vigilancia sobre nuestros representantes, estudiar de manera minuciosa el cuerpo político, como hizo aquel excelso cirujano bruselense André Vesalio (1514-1564 ), publicando aquella innovadora obra de siete tomos de anatomía humana De humani corporis fabrica, obra dedicada a Carlos V, siendo nombrado poco después, médico imperial en la corte del monarca. Deberíamos de ser capaces de hacer colectivamente autenticas prácticas de disección política de modo que conociéramos en cada momento que las decisiones políticas y económicas que se toman son las mejores y más prosperas para el pueblo soberano.
- Vicente Vera Esteve es economista y escritor
- www.portalfinanciero.com
- www.likearollingsisifo.blogspot.com