Inocencio Arias, que vivió como embajador ante Naciones Unidas la época en que se debía votar una resolución sobre Irak, algo que se refleja en el film con el nombre de un país ficticio, asegura que “aunque pueda parecer exagerado, el tipo de cosas que cuenta la película en torno al mundo de la diplomacia ocurren de verdad. No tan concentradas en el tiempo, pero ocurren.” También Moratinos ve el relato “muy realista y entretenido”, y explica que “por ello lo he incluido como texto en mis cursos de Sciences Po de París, sobre teoría y práctica diplomática.”
Para José Andrés Gallegos, ministro plenipotenciario de la Embajada de España en París, “la película Quai d’Orsay, inteligente y aguda, satírica y en ocasiones tierna, refleja con precisión risueña la actividad incesante del Gabinete de Dominique de Villepin, Ministro francés de Asuntos Exteriores con Chirac, animal político de sangre caliente con visión globalizante del papel de su país en la escena internacional”. Mientras que Luis Prados Covarrubias, con una amplia experiencia diplomática y actualmente director de gabinete en el Instituto Cervantes, opina que “aunque presentadas en clave de humor, muchas de las situaciones y personas que aparecen que la película son perfectamente verosímiles”.
Alain Fohr, Director General del Instituto Francés de España, subraya el carácter humorístico de Quai d’Orsay: “Los personajes son parecidos a las personas reales, pero es sobre todo una comedia y desde ese punto de vista presenta una cara de un ministerio bastante lejana de la realidad”. Lo cual no impide que sea “muy divertida” y muestre “el funcionamento de un gabinete ministerial, el ritmo de trabajo siempre agil de los funcionarios”.
ESTRENO EN CINES 4 DE ABRIL