MAR DE FONDO
Diálogo Social Europeo “Mercado Laboral”, lecciones que deberíamos aprender
Por Juan Antonio Zuriarraín
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Juan Antonio Zuriarrain
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
No cabe duda, que cuando en 2007, los representantes de los trabajadores y de la patronal europeas, acuerdan una hoja de ruta en cuanto a la política a aplicar en el mercado laboral, y seis años más tarde en 2013, a petición de empresarios y Comisión Europea, los mismos actores se reúnen para negociar otra directiva sobre el mismo tema, “el mercado laboral”, algo se hizo mal en aquel acuerdo y mucho se ha hecho mal en su desarrollo. Es por ello que quiero dejar constancia en alguno de los puntos que se han hecho mal y tratar de aprender de los errores y sentar algunas bases que sirvan en un futuro no solo en el diálogo social para el mercado laboral, sino para la política económica y social.
Cuando en 2007 se acordó marcar las líneas en temas como desempleo, productividad, diferencias en salario por género, trabajos cualificados, globalización etc., el análisis conjunto poseía dos grandes llaves, la primera apostar por la flex-seguridad, la segunda que la puesta en práctica de las reformas deberían implementarse a través del diálogo social en cada País. En pocos Países se aplicó la flexibilidad, sino que se despidió con un a dureza inusitada, y el diálogo social prácticamente fue inexistente ante las políticas de ajuste y recortes .
Bien es cierto que cuando se hizo el análisis 2006 y 2007, Europa vivía en un crecimiento razonable, y la austeridad anterior en Alemania, había desembocado en una robusta expansión en 2006. Sin embargo durante los últimos siete años, tras una crisis financiera mundial, una burbuja inmobiliaria en muchos Países y las posteriores crisis de deuda y financieras, nos llevaron a una doble recesión económica y la entrada de la troika en muchos de los Estados del área euro.
Además de recordar el doble incumplimiento de no aplicar flex-seguridad y política de consenso y dialogo para la implantación de las normativas acordadas, no debemos olvidar otra serie de temas, por ejemplo la demanda laboral es una demanda derivada de la demanda del mercado, y las crisis y la depresión de la economía se llevan por delante el 70% de los logros alcanzados hasta 2008 de empleo en el mercado laboral. Tampoco debemos olvidar que la demanda no puede ser ignorada, y que a veces es necesario usar las inversiones públicas para contrarrestar la caída de la demanda privada, y las políticas de ajuste por si solas pueden ser nocivas.
Aunque puede haber otras causas, pero lo cierto es que los Estados que han aplicado y respetado el diálogo social, el mercado laboral ha resistido mejor la crisis, que en aquellos otros donde no se han respetado. De ahí la importancia de promover el diálogo social y sus Instituciones.
Otro asunto importante que de deriva es que en Europa hay una gran diversidad de sistemas re relaciones industriales. Diversas tradiciones, historias de Instituciones, etc., de ahí que la política de copiar y pegar resulta de difícil aplicación, y algunas políticas pueden ser útiles para determinados Países, e inútiles o incluso perjudiciales para otros Países. La calidad de los empleos continua siendo hoy de máxima prioridad, lo mismo que lo fue en 2007, al igual que la importancia de las desigualdades.
La productividad necesita ser favorecida, pero no solo a base de una devaluación de los salarios, cada vez con menos importancia en su porcentaje de participación en el producto interior bruto, ya que la devaluación de los salarios afecta a la demanda y perjudica el crecimiento entrando en un círculo que es necesario romper para crecer y mejorar el bienestar. La productividad debe inclinarse hacia caminos donde se prime la innovación, el desarrollo, la investigación en sectores de futuro y nuevos productos tanto en sectores industriales como de servicios, sectores de innovación donde Europa este a la cabeza y no a competir en sectores donde la devaluación de los salarios nos lleven al límite con el dumping social.
Por último resaltar que en 2007 el análisis conjunto enfocaba a políticas individuales de los Estados miembros, perdiéndose instrumentos de nivel europeo sobre todo en la zona euro, Hoy el acceso a mercados monetarios y otras muchas necesidades de los Países miembros requerirán políticas europeas, tanto en los ajustes fiscales, como en la Unión bancaria como prólogo de muchas más políticas de armonización europea, así como planes de inversión europea.