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DEMASIADOS INGREDIENTES PARA UN CALDO QUE DEBE SER AUSTERO

Turbulencias: Abróchense los cinturones

Turbulencias: Abróchense los cinturones

Por Vicente Vera Esteve

By Vicente Vera Esteve
miércoles 23 de septiembre de 2015, 08:45h
Nos volvemos a encontrar en esta columna que ya va cumpliendo años y en la que se han ido vertiendo pensamientos, reflexiones, buenas y malas noticias relativas al comportamiento del Homo economicus tanto en nuestra piel de toro como allende las fronteras. Estarán conmigo que durante este verano, o mejor infierno dantesco que hemos tenido que padecer, ha venido cargado de tremendos e importantes titulares periodísticos. De modo que entre el calor ardiente y las sucesivas primeras planas, no hemos tenido tiempo de aburrirnos. Lo que trataré de reflexionar en esta primera columna post vacacional es, sobre todo, el impacto mediático que están teniendo todos y cada uno de los sucesos económicos, políticos y sociológicos que nos afectan de manera diversa y cotidiana : recordaremos en primer lugar, la aprobación del tercer rescate de la economía helena por un montante de 86.000 millones de euros, como consecuencia de esta trascendental decisión unánime en la eurozona, Alexis Tsipras resuelve convocar nuevas elecciones generales provocando su dimisión como primer ministro.
Vicente Vera
Vicente Vera



Desconocemos todavía, si tiene pensado presentarse como candidato con Syriza o bien, ante la escisión de este partido decidirá alguna otra alternativa politica. En definitiva, más incertidumbre para un país y un modelo económico al que se le auguran grandes dificultades para salir adelante. Les mantendré al tanto con todo lo que vaya sucediendo en el país de los grandes pensadores y filósofos que en la Historia han sido.

Continuamos con los impactos mediáticos que nos viene sensibilizando durante las últimas semanas. No nos vamos muy lejos, seguimos en Europa pero iniciando el recorrido al otro extremo de Atenas. Las inauditas corrientes migratorias de familias que huyen del terror bélico que se vive en Siria, Líbia, etc. Ahora ya no son solamente los subsaharianos los que se acercan a las costas de Italia, Grecia, España. Como digo, a estos grupos étnicos que ya estábamos habituados a su acogida y sus penalidades, se suma ahora la diáspora siria. Todos ellos quieren llegar a Europa del Norte: Alemania, Holanda, Suecia, Finlandia. Lo único que buscan es un techo y un trabajo para rehacer sus vidas y la de sus familias.De nuevo la salvación estriba en coger un tren, un tren hacia la libertad y el bienestar. El objetivo es pisar Serbia vía Macedonia, y ya en tren o en autobús cruzar Hungría y sentirse esperanzadamente salvados por la campana.

Decía antes que algo está pasando o va tener que pasar pues este grave fenómeno migratorio no puede durar demasiado tiempo. No entiendo como ninguna institución supranacional está trabajando y negociando por zanjar esta inhumana situación, ¿ Donde está la diplomacia mundial?. Aunque soy realista y tengo memoria histórica, no por vivencias personales evidentemente sino por la literatura, cine y los testimonios de supervivientes; también en Europa se miraba para otro lado cuando el ogro del nazismo estaba cometiendo aquella barbarie sin nombre que fueron los hornos crematorios existentes en los campos de concentración nazis. No estoy tratando de equiparar situaciones de dramatismo humanitario ni pretendo hacer demagogia. Solo digo que el FMI, la troika en su conjunto ha estado férreamente alerta de todo lo que pasaba con los dineros que deben los griegos. Pero no he visto a nadie dar un puñetazo en la mesa clamando para que cese esta sinrazón humana. ¿Dónde está el Banco Mundial, la ONU, el mismo FMI y todas aquellas organizaciones supranacionales que se erigen en defensores de la libertad y el respeto de los derechos humanos?

Algunos somos conscientes que la globalización económica y politica no solamente no nos iba a traer milagros económicos ni se iban a atar los perros con longanizas. Los milagros económicos no existen Esta compleja asociación económica y geopolítica a escala mundial, lo que está produciendo es un nuevo reparto de los territorios por la vía de la destrucción económica. Es lo que el economista Joseph Schumpeter (1883-1950) denominó la destrucción creadora del capitalismo. Los estrategas de la OTAN y de Washington están experimentando nuevas formulas y estrategias bélicas internacionales pero a un coste más soportable. Sobre todo porque son vidas humanas lo que se destruye en este escenario de barbarie. Si no lo creen, hagan una sencilla operación aritmética y sumen todas las muertes que vemos todos los días en los telediarios cuando nos disponemos a comer o a cenar: migraciones de África, atentados del Estado Islámico, conflicto en Siria, Irak, etc.

Dejamos este discurso ciertamente lúgubre y patético que nos ha tocado vivir y continuamos con la actualidad económica internacional y nacional. Lo más destacable está siendo la transformación de la economía china. Con las sucesivas devaluaciones del yuan, el terremoto de la Bolsa de Shanghái (Shanghai Stock Exchange), asistimos a un proceso de sustitución de una economía que estaba derivando hacia la explosión financiera, el famoso pinchazo de la burbuja, por una economía basada en los servicios y menos en la exportación. Ni siquiera el Índice de Sorpresas Económicas elaborado por el Citigroup y Bloomberg presagiaba semejante bombazo bursátil. Ahora estamos todos preocupados porque China dispone de un arma nuclear monetaria que podría ser devastadora y letal para el equilibrio mundial, su reserva ingente de dólares. Respecto a nuestra coyuntura, les puedo subrayar lo que argumentó Montoro, cuando presentó los Presupuestos 2016, diciendo “que se había puesto en marcha la maquinaria económica” para poder seguir gobernando y evitar un retroceso en este exitoso proceso de reformas económicas y sociales que viene conduciendo el PP. Según opina su jefe, Rajoy, no nos debe de afectar mucho la situación económica de China debido a que nos coge a las empresas muy preparadas y bien dotadas para continuar el necesario ciclo reformista. Y digo yo que, sobre todo coge fuertes a los bancos, a los ciudadanos no tanto. Me despido como lo hacia nuestra querida y llorada actriz Lina Morgan: ¡¡¡ Gracias por venir!!! Y yo les reitero, gracias también por seguir visitando este rincón para la reflexión y el divertimento.




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