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LA ATALAYA DE ELDA

DeLorean DMC: Volver al futuro

DeLorean DMC: Volver al futuro

· Por Vicente Vera Esteve

By Vicente Vera Esteve
lunes 02 de noviembre de 2015, 09:01h
El pasado miércoles 21 de octubre se celebraba por todo lo alto y, por supuesto, con riguroso bombo y platillo, la fecha en que los protagonistas de la exitosa saga “Regreso al futuro”, obra ya clasificada como de culto y para cinéfilos, visitaban Hill Valley en el futuro. Dirigida por el americano Robert Zemeckis entre 1985 y 1990, esta trilogía cumple treinta años pasando al acervo popular y más mediático en todo el mundo. Esta mítica serie fílmica de la ciencia ficción narra las aventuras del joven Marty McFly (interpretado por el malogrado Michael J. Fox) y su amigo el científico “Doc” Emmet Brown (brillantemente caracterizado e interpretado por el actor Christopher Lloyd). Básicamente el argumento de esta producción cinematográfica relata el distópico deseo del ser humano por descubrir el futuro, nos excita, nos conmueve esa imposible situación de poder conocer dónde estaremos y cómo seremos en los años venideros.
Vicente Vera
Vicente Vera


Estoy convencido que si hay alguien que en este momento le podría interesar conocer el futuro, al menos a dos meses vista, sería al presidente Rajoy y también, estoy seguro, al candidato del PSOE Pedro Sánchez a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Sobre ambos pesa actualmente una inquietante incertidumbre que les obliga a invocar al oráculo de Delfos y conjurar todos los males que pudieran sobrevenir de repente y alterar su suerte electoral.

Debería ser tecnológicamente útil poder disponer de un vehículo DeLorean DMC 2015, modelo equipado con las características técnicas de actualidad aunque evidentemente subsanados todos los aspectos mecánicos para evitar daños colaterales como los sufridos por Volkswagen. En dicho tablero de a bordo marcar la fecha deseada a la que se desea viajar para conocer el futuro: marcaríamos digitalmente la fecha al día posterior a la convocatoria de elecciones es decir, el 21 de diciembre de 2015. En caso de que se produjera algún tipo de decepción puesto que no basta con saber cuál ha sido el partido más votado sino que ambos líderes ansían conocer finalmente qué Gobierno se forma de modo definitivo, si coalición o apoyos de otras formaciones o incluso presidencia del Gobierno para Albert Rivera, en caso extremo de no hallar un entendimiento entre lo que venía siendo el bipartidismo. Para todo ello habría que reprogramar el nuevo DeLorean DMC 2015 y dar un salto en el tiempo hasta 2016. Con alguna parada para celebrar el fin de año y brindar por el entrante.

Hasta aquí llega nuestro homenaje a la sinpar Regreso al Futuro II, haciendo un voluntarioso ejercicio de política-ficción a través de una nueva máquina del tiempo más sofisticada si cabe que la utilizada por nuestros admirados Marty y Doc.

Un día antes del despegue cinematográfico del aerodinámico DeLorean, Luis Linde, gobernador del Banco de España, ofrecía una conferencia en el encuentro Expansión/KPMG, transmitiendo una gavilla de mensajes en cuanto a los éxitos acreditados por la evolución de la economía española durante 2015, y confesaba que nuestra economía se había situado en lo que se podría llamar “un triángulo virtuoso”, se cumplían tres condiciones fundamentales que contribuirían a seguir por la senda de un crecimiento estable : un crecimiento vigoroso, creación de empleo y superávit exterior. Conjugando estos tres lados del triángulo mágico, estima Don Luís que para finales de 2016 nuestra tasa de desempleo puede situarse por debajo del 20% de la población activa. Un diagnostico de futuro muy alentador, suponiendo que como dicen los economistas, ceteris paribus, esto es, que todo lo demás permanezca constante.

Ya lo advierte el gobernador, al decir a continuación que el grado de incertidumbre de las previsiones económicas se ha ampliado en los últimos meses. Por lo tanto, como buen gobernador de un banco central no se pilla los dedos. Además no incluye en su análisis la composición de un futuro gobierno en España, sin definir todavía y también supone un alto componente de incertidumbre. De modo que la economía llega hasta donde racionalmente puede llegar, todo lo demás es economía ficción. No sabremos nada hasta la mitad de enero de 2016, si hay conformado ya un nuevo gobierno nacional y se han recibido ya el manual de instrucciones de la Comisión Europea señalando los verdaderos números que la economía española ha de empezar a cumplir. La lucha de la eurozona por reducir el déficit fiscal y progresar en los ajustes reformistas dictados por una solapada troika. Está claro que el gobernador tampoco tiene una bola de cristal ni se puede transformar en chamán u “hombre de conocimiento” como se les denominaba en México y que destacaban por su inteligencia e intuición para modificar la realidad o la percepción colectiva de la sociedad sobre dicha realidad.

Quiere esto significar que habrá que esperar a ver qué es lo que acontece en la próxima cita electoral y luego comprobar los resultados de la aplicación de las herramientas que dispone la ciencia matemática como la teoría de las combinaciones de los elementos. Y nosotros permaneceremos siempre con el cinturón bien abrochado, por lo que pudiera pasar. Al no disponer de una máquina del tiempo suficientemente precisa y segura, nos conformaremos con un paseo virtual con nuestro modelo DeLorean DMC. De todos modos, he leído una entrevista al reconocido físico británico, Stephen Hawking, que al ser preguntado por nuestro destino, nos inquieta respondiendo que la supervivencia de la raza humana dependerá de su capacidad para encontrar nuevos hogares en otros lugares del universo, continua afirmando que el riesgo de que un desastre destruya la Tierra es cada vez mayor.

Nosotros para prepararnos para un próximo viaje galáctico, nos hemos ido al cine, quedando impactados con la última cinta de Ridley Scott, “Marte” (The Martian), tal es el grado de fidelidad a la realidad del Planeta Rojo que ha sido felicitado por toda la comunidad científica de la NASA; para equilibrar este exceso de futurología que hemos tratado hoy, es muy recomendable deleitarse ante las pinturas vibrantes de Vassily Kandinsky (1866-1944), exposición que se puede ver en el Centro Cibeles de Madrid, disfrutando aquí también de otra matemática, la de las emociones.



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