Hoy 3 de mayo se conmemora a escala global el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Mas que palabras si pensamos un poco a qué nos estamos refiriendo. Es la Libertad de Prensa la que abre los canales para la comunicación y la interrelación social, desde la tolerancia hacia el extraño que llega hasta nuestro país en busca de una vida mejor, hasta la lucha contra el maltrato, pasando por la transparenia en la gestión de lo público. Si repasamos la vida de nuestra joven Democracia en España, bien podríamos llegar a la conclusión de que parte de las claves de nuestra evolución hacia una Sociedad moderna y solidaria como la nuestra se debe en gran parte a la labor de una prensa mucho más indepenciente de lo que parece. Destrás de todo ello hay además personas, los periodistas, que luchan por la libertad de su pluma, por enfocar la realidad desde su punto de vista que será, precisamente por eso es interesante, diferente al del resto de sus compañeros. Asistimos hoy a unos tiempos en los que la prensa se uniformiza; y lo hace por el efecto de dos nuevas tendencias: por una parte, las que ha generado Internet, uniformando lo que gusta a la gente, que marca tendencia en la prensa, y por la otra, la perversa tendencia de los grupos de empresas editoras y productoras de medios de comunicación, prensa, radio y televisión, que unifican el mensaje hasta hacer desaparecer la diversidad, que es la seña de identidad de una Sociedad moderna y avanzada. Hoy más que nunca deben los ciudadanos reclamar una prensa libre e independiente de ataduras y compromisos. Hoy más que nunca, hay posibilidad de buscar la información en infinidad de lugares sin miedo a la dependencia ideológica.
El medio que hoy tengo el honor de dirigir, "El Mundo Finaciero" (www.elmundofinanciero.com) fue fundado en 1946 por mi padre, por lo que el año pasado cumplimos nuestro 70 Aniversario. Eran otros tiempos. Había otras ilusiones. España estaba saliendo aún de la reconstrucción de una guerra, la Civil, fratricida. Y Europa miraba al mundo con la vergüenza de haber atravesado la que quizás haya sido la peor de las guerras en el continente en tda la Historia, la II Guerra Mundial.
Nuestro periódico fue funado como una revista mensual en papel, un proyecto insólito en la España de la psguerra pionero en información económico-financiera en nuestro país y prácticament único hasta la entrada de España en la década de los años 60, cuano comenzaron a aparecer otras publicaciones especializadas. Mi padre José Luis Barceló Fernández de la Mora (1922-1991) fue su Director-Fundador hasta la fecha de su fallecimiento en 1991. Posteriormente continuó editándose ininterrumpidamente hasta el año 2000, en que nuestra empresa comenzó a hacer pruebas en Internet con volcado de la información que aparecía en la edición en papel. Ya habíamos estado realizando pruebas entre 1995 y 1999. El año 2000 fue el año del pistoletazo de salida hacia una nueva época en nuestra pequeña empresa: nos convertimos en diario digital y dejamos de publicarnos en papel. Fue un salto vertiginoso y arriesgado. decir verdad, hoy habría sido impsible competir en igualdad de codiciones con soportes mucho màs fuerte que nosotros. Aquel salto arriesgado fue el comienzo de una nueva y sorprendente etapa de crecimiento.
Recuerdo que muchos amigos editores, periodistas y viejos compareños de mi padre intentaban disuadirnos de una idea de renovación que se nos había metido en la cabeza, comentando que Internet era cosa de frikis y blogueros y que ahí no podía hacerse negocio. La verdad es que nos dio miedo, y algo de pena, porque estábamos muy apegados al papel. La verdad es que yo he nadado siempre en el papel. Mi padre me metió, antes de comenzar la carrera universitaria, de corrector de pruebas, e incluso llegué a formarme como diseñador gráfico y dibujante técnico, en un afán de mi padre porque conociera todos los eslabones de la empresa editora.
Cuando contemplamos ahora todo el tiempo transcurrido y las transformaciones sufridas, podemos afirmar que estamos convencidos de que hemos hecho lo que debiamos. Imagínense las crisis mundiales, guerras y situaciones que han podido ser informadas desde un periódico como el nuestro. Y si se ha salido de todas ellas, mucho peor que la actual crisis, hay que estar convencidos de que saldremos de ésta.
Estoy convencido de que debemos mirar al frente el futuro con optimismo, de la misma manera que lo hicieron los que nos anteceden, con firmeza, con fuerza y con lealtad a nuestros colegas, a nuestra Sociedad y a nuestras familias.
Creo que uno de los éxitos de nuestra empresa es la de hacer podido crecer sin tener que formar parte de un gran grupo empresarial, de los que agrupan muchos medios. Esta es quizás una clave de nuestro modesto éxito. Como diría el Drácula de la versión de Coppola, hemos llegado hasta aqui “atravesando eones de tiempo”. Y aún hoy podemos afirmar con orgullo que somos una empresa editorial independiente.
Muchos compañeros periodistas, especialmente los más veteranos, los que superan los 40 o 45 años de edad, perciben Internet como un riesgo que amenaza sus puestos de trabajo. Yo estoy convencido que en un futuro no muy lejano Internet será el verdadero vehículo para el periodista, el canal natural. Siempre habrá necesidad de disponer de personas especializadas que traten la información que llega hasta nuestras pantallas, ondas o lecturas. Internet ha traído una crisis para los medios de comunicación, pero ha venido para quedarse, y hay que adaptarse al medio. No es menos cierto que creo que también ofrece un mundo de oportunidades por las que obligatoriamente tenemos que atravesar los Editores de Prensa.
España es hoy uno de los países con mayor penetración de Internet. En 2015 un 75% de los españoles utilizaban Internet a diario. España ocupa hoy el puesto 21 del mundo por número de usuarios de Internet, con una penetración de casi el 92%. Es también uno de los países de Europa con mayor utilización de smartphone, y uno ente los que más se difunde el comercio electrónico.
Internet ha traído libertad para el usuario de la información. No le crea dependencia con el medio. Los medios tenemos que saber qué es lo que busca el usuario de la información, qué necesita. También podemos especializarnos, que es otra ventaja de la Red.
De los tres grandes bloques de medios de comunicación que ha habido hasta ahora, la Prensa escrita, la Radio y la televisión, tan solo la radio puede convivir de forma natural con Internet. Hoy podemos escuchar nuestra emisora local favorita por Internet sin precisar de las ondas, incluso aunque estemos a miles de kilómetros. Y no colapsa con nuestra actividad diaria en Internet, podemos escuchar radio y la publicidad que la soporta, por Internet, sin interferir en su modelo de negocio, o, más bien, apoyándolo. Podemos estar trabajando en nuestro ordenador mientras escuchamos nuestra frecuencia o tertulia favorita. Esto, sin embargo, no ocurre con la TV o la prensa, con la que Internet compite.
La TV tiene que converger forzosamente con la TV digital y con la TV a la carta y por cable.
Y la prensa escrita ha sufrido innegablemente esta innovación y el acceso a medios digitales a través de smatphones o tablets.
En cuanto a la publicidad, hay que mencionar que Internet es un canal en el que la publicidad compite abiertamente con los medios: puede haber publicidad en Internet y no solo en medios digitales, sino en portales y todo tipo de páginas web, por lo que los medios tienen que ingeniárselas para competir con todas las páginas de la web. Esta competencia no existía en el pasado con el papel, como tampoco la forma en que se controla la audiencia, muy exhaustiva. Hasta hace pocos años ni siquiera se contemplaba por parte de las grands compañías hacer branding en páginas web. Y ahora ya se hacen campañas de todo tipo, especialente a partir de la difusión de las Redes Sociales entre los usuarios.
Un elemento de enorme gravedad en el impacto en la prensa escrita es la pérdida de la lealtad del lector.
Recuerdo a mi padre estuvo suscrito al mismo diario durante decenios, y que incluso mantuvimos melancólicamente un par de años más la suscripción tras su fallecimiento. Podría mi padre no concordar con todo lo que se decía en aquel diario, pero lo recibía en casa, leía sus anuncios y hacía sus crucigramas.
La cuestión es que la lealtad a la línea editorial se ha perdido con Internet, todos los periódicos digitales parecen iguales, no hay opinión. El usuario de Internet busca la información rápida, la actualidad, y la busca en varios medios a la vez. Muchos jóvenes incluso acceden a las noticias que les interesan sin abrir la página del diario digital, sino utilizando Twitter.
Hoy comprobamos como la actualidad de la información aparece más caduca en la prensa en papel: si compramos un diario esta misma mañana, nos parece que las noticias son antiguas porque ya las leímos la noche pasada en Internet a través de la tablet o el smartphone.
¿Cómo puede actualizarse y superar el papel la crisi que viveel papel? Yo creo que el papel tiene futuro si tiene en cuenta tres premisas y se las toma en serio:
- Primera, tiene que ofrecer información que al usuario le guste guardar por tiempo. Por ejemplo, dossiers, reportajes y noticias de eventos comentados.
- Tiene también que disponer de análisis profundos de opinión. La opinión marca y señala el camino de la línea editorial, que siempre conviene tener presente. Un medio tiene que estar comprometido con la Sociedad, en uno o en otro camino, pero ser fiel a ese planteamiento. He tratado con Comités de Dirección vacilantes con los cambios de gobierno en mi país. Cuando ganó el socialista Zapatero a Aznar, por ejemplo, asistí a un Consejo de un diario muy conservador al que pertenecía y que se planteó: -“¿Y ahora que hacemos?, cambiamos la línea editorial?”- Yo le dije, “están Vds. locos?, eso no pasaría ni bajo una dictadura”. Uno tiene que ser capaz de mantener su línea editorial y cultivarla. Tiene que estar identificado.
- Y por último lugar, debemos tener en cuenta la inclusión de información rigurosa y técnica, social, de economía o de ciencia. Una información mucho más densa y larga. Es el tipo de información que no solemos encontrar en las páginas de Internet, más ligera y de menos peso.
Creo que con éstas premisas si es posible una prensa en papel, digna y reputada, pero podemos vaticinar que seguramente existirá un achique aún mayor de medios.
Por otra parte, nos enfrentamos a otra situación no menos grave: ¿son viables los medios digitales como modelo de negocio?
Entiendo que si, aunque tambien tienen sus condicionantes. Uno de ellos es el de mantener siempre una voluntad de actualización tecnológica y adaptación al cambio constante que supone estar en Internet y ser puntero. Ya no podemos considerar que la empresa periodística será como las antiguas redacciones del papel. He conocido también en España empresas que han montado diarios digitales con Redacciones gigantescas como las antiguas del papel, decenas de trabajadores. Estas empresas duraron poco.
Todos tenemos la idea de una gran Redacción y nos gusta esa imagen romántica del periodista fumando sobre su máquina de escribir hasta largas horas de la noche, bebiendo whisky. Hoy ese periodista existe, pero lo hace desde su casa.
En Internet debemos pensar que las cosas se hacen de otra manera. Se puede ser interesante pero pequeño. Se pueden hacer grandes negocios a golpe de click. Muchos de los anunciantes que se contratan hoy en día ni siquiera son conocidos, no hay relación humana ni contacto personal, a veces un mail y un PDF basta; como mucho, una llamada de teléfono. Y la relación comercial puede durar años si satisface a ambas partes.
Existe el mito de los chavales de Internet que se hacen ricos con una simple y novedosa APP.
En Internet funciona muy bien el boca a boca, igual que antiguamente funcionaba el “Extra!!! Extra!!” de la venta callejera o la exclusiva.
La información quiere ser libre, debe ser libre, no condicoonada, pero ¿Quién la paga?, esta es nuestra clave par el futuro, retener a nuestros anunciantes no porque tengamos más audiencia que otras páginas, sino porque aparecer en nuestros medios favorezca su reputación. Los medios aparecen ante los lectores no como empresas editoras que requieren obtener beneficios, sino como instrumentos o elementos de la Sociedad.
Los medios y los periodistas tenemos un campo que trabajar y que dice mucho de nosotros: el de la reputación de nuestros clientes, a los que podemos ayudar.
Solo con lealtad a nuestros lectores, usuarios de página y clientes conseguiremos hacer medios fuertes y duraderos en el mundo tan efímero que se nos aparece con Internet.