www.elmundofinanciero.com

LA ATALAYA DE ELDA

1949

Por Vicente Vera

By Vicente Vera Esteve
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
Vicente Vera
Vicente Vera
Comenzar esta columna de este modo tan austero puede inducir a confusión a la hora de interpretar qué sentido tiene titular así tan escuetamente una columna periodística. Y quizá tengan razón, estimados lectores. No se trata del número correspondiente a un cupón de la ONCE en el que haya depositado todas mis esperanzas en poder ser agraciado en el próximo sorteo del Día del Padre, ni tampoco obedece a la necesidad de conmemorar algunas efemérides ocurridas en dicho año en España. En aquél año, precisamente España se encontraba en un momento muy amargo, se vivía en plena autarquía económica y aislada internacionalmente.
1949



Todavía se pasaban algunas penalidades y la población española arrastraba el desgaste por el inusitado y titánico esfuerzo que tuvieron que hacer para superar las penurias de una posguerra junto con las carencias de alimentos y bienes de primera necesidad. Aquello sí eran recortes de verdad, continuaban los cortes de luz y el agua no sobraba. 1949 fue un año bisagra, a partir de los cincuenta en España comenzaba a vislumbrarse un horizonte de ilusión y de esperanza, casi al final de los cincuenta se promulgaría el Plan de Estabilización Económica que daría lugar a la apertura de España hacia el exterior iniciándose un proceso paulatino de reformas económicas destinadas a mejorar mediante las exportaciones y las importaciones la calidad de vida de los españoles de aquella época.

Nos encontramos en pleno siglo XXI e inmersos en una crisis económica y financiera nacional e internacional de primera magnitud. Sumamos ya siete largos años de crisis en sus diferentes manifestaciones, debacle financiera y bancaria, caída de la inversión y del ahorro nacional y privado, una tasa de desempleo insoportable, llegando a cotas del 26% y muy superior en desempleo juvenil, obligando a nuestro jóvenes mejor preparados a tener que recurrir a la emigración hacia Europa y otros países más lejanos para poder iniciar una vida laboral. Al final del pasado mes de febrero se publicó la noticia sobre la evolución de los datos de empleo en España, la noticia causó un tímido revuelo en todos los medios de comunicación, se confirmaba con estadística y gráficos en la mano desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social que el paro registrado se había reducido en 1949 personas.

Ésta es la razón por la que he decidido titular así esta columna. Es una gran noticia, después de 68 meses el empleo vuelve a crecer, poco, pero crece. Queremos ser optimistas y pensar que este dato no sea una cifra aislada en el contexto de una incipiente recuperación económica. Lo que sí es cierto es que cualquier signo de recuperación, cualquier brote que se produzca en alguna de las magnitudes como el paro, facilidad crediticia, aumento de la demanda interna o del consumo serán cifras y porcentajes muy limitados, que nadie piense que volveremos a ver pronto tasas de crecimiento como las experimentadas antes del inicio de este estancamiento económico. Quisiera traer a colación las reflexiones de un importante economista americano que nos ha visitado recientemente por haber sido nombrado presidente del jurado del premio BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Kenneth Arrow ( 1921), Premio Nobel de Economía en 1972 y catedrático de la Universidad de Stanford. Es un reconocido profesional de la economía y de la estadística, su campo de actuación ha sido siempre el estudio de las probabilidades en los diversos escenarios de un país a lo largo de su historia tanto en los ciclos de crecimiento como en las fases depresivas y de crisis bancarias y financieras. Por tanto es todo un experto en materias que son de plena actualidad y que nos ayudarán a conocer mejor las expectativas y las probabilidades de una posible recuperación de mayor intensidad. Desde hace ya muchos años es muy conocido por la “paradoja de Arrow” o el teorema de la imposibilidad, a veces las reglas que adoptamos para tomar decisiones sociales o políticas no responden a criterios estrictamente racionales.

Hace mucho hincapié en la necesidad de disponer de las herramientas necesarias para poder calcular con la máxima racionalidad las mejores previsiones o las probabilidades de crecimiento de la economía o del empleo. Es muy complejo el funcionamiento de la economía a niveles macro, no sabemos cómo reaccionarán los consumidores ante subidas de precio de determinados bienes o como las empresas alteran igualmente sus precios en un momento dado.

Lo que sí sabíamos y era más que previsible es el resultado de la convocatoria de los Premios Oscar 2014 celebrados la semana pasada en Los Ángeles. Nada más y nada menos que siete Oscars ha recibido la película Gravity dirigida por el director mexicano Alfonso Cuarón. Una cinta que vista en 3D consigue envolverte en esa atmósfera celestial que parece que también participas de esa angustia y soledad que nos transmite magistralmente Sandra Bullock. En esta ocasión se ha puesto de manifiesto cómo el mismo Hollywood ha procurado esconder las vergüenzas de la actividad financiera fraudulenta provocada por el derrumbe de algunas organizaciones enclavadas en el corazón del capitalismo americano como Lehmann Brothers, Bear Stearns, AIG, etc. así como la estafa piramidal de Harry Madoff. Es mucho más pro americano mostrar la necesidad de la tecnología y la innovación evocada en Gravity así como leer entre líneas que junto con 12 años de esclavitud de Steve MacQueen y la premiada el año pasado, Lincoln de Steven Spielberg podrían conformar perfectamente una trilogía que definiera la historia de la sociedad americana desde el siglo XIX hasta nuestros días, narrando todo un largo proceso de esclavitud, su abolición por Abraham Lincoln y finalmente, los Estados Unidos son una vez más en Gravity, líderes en la dirección de la globalización que nos domina absolutamente.

Para terminar, un apunte relacionado con esta cifra mágica a la que hemos dedicado esta columna. Fue en el mismo año 1949 cuando se publicó el libro 1984 de George Orwell, que al final se convertiría en un libro de culto divulgándose toda una filosofía política orwelliana, tan en boga en los últimos tiempos. Casualidades de la vida.


¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (3)    No(0)
Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios