BUSCANDO UN NUEVO FUTURO PARA ANGOLA
|
| El gobierno de Angola somete cruelmente a la población en un intento por impedir que el año 2017 se celebren Elecciones Generales. |
Rufino
· Por Virgilio Samakuva
sábado 13 de agosto de 2016, 07:38h
Este triste cuadro, quedará en la memoria de los angoleños y de los ciudadanos del Mundo que quieran ser solidarios. Se llamaba Rufino Antonio, tenía tan solo 14 años y vivía en un barrio pobre de la periferia de Luanda, capital de Angola, un riquísimo país pesimamente gobernado. El pasado sábado día 6 de Agosto, efectivos del Ejército Nacional bajo órdenes de alguien de sus mandos, quizás deseosos de poner en el local de residencia de estos pobres ciudadanos, negocios de los pudientes, destruyeron centenares de casas, expulsando de ellas a sus habitantes y abandonándoles sin abrigo y sin indemnización. El chaval no ha sido capaz de soportar esa barbarie y cuestionó el motivo de la destrucción de la casa de sus padres. Los soldados no dudaron y dispararon sus fusiles contra Rufino. Este niño va a juntarse pues, a ese largo listado de angoleños que van muriendo a manos de su propio gobierno, 14 años después del final de la guerra y sin ninguna esperanza de salida judicial.
Un grupo de diputados de la oposición que se desplazó a la localidad con el fin de averiguar sobre lo sucedido y sobre la situación de los sin abrigo fue maltratado por los mismos efectivos militares. El propio Defensor del Pueblo que intentó hacer lo mismo, tuvo idéntica suerte.
Me duele ver este tipo de comportamientos y ese cortejo de asesinatos continuados en mi país en tiempo de paz. Me repugna esa constante e impune violación de derechos de primera generación como son los derechos a la vida, a la libertad, a la propiedad y al derecho a un sitio para vivir, que sucede todos los días en Angola.
Sean los que fueren los motivos para intentar justificarlo, estos ciudadanos expulsados de sus pobres casas, construidas con su propio sudor y sin ninguna ayuda ni orientación del gobierno, no lo merecen.
Se trata de ciudadanos que no tenían nada, más que estas pobres casuchas para abrigarles;
Se trata de padres que no tenían nada, más que ese niño que les protegería cuando ellos fueran mayores; se trata de ciudadanos que no han recibido nada de ese gobierno que no han elegido, pero que tenía obligación de cuidar de ellos.
Me repugna todo esto y algo más. Me repugna que a pesar de todas estas actitudes bárbaras, estas violaciones y todo el pisoteo de leyes nacionales e internacionales, oigo de uno u otro fórum importante de la “Europa de los Derechos”, alguien que bien engañado por la fuerza de los petrodólares robados por esa dictadura angoleña que mata a niños como Rufino, tiene el valor de afirmar que “Angola es una democracia consolidada” que no merece críticas. Me duele.
¡Justicia, por favor!