Por ello, es necesario prestar especial atención al sistema de refrigeración y estado de los neumáticos entre otros elementos claves del vehículo.
La batería merece especial mención: cuando la temperatura ambiente es baja, la reacción química entre el electrolito y las placas de la batería puede provocar lentitud en el movimiento de los electrones y tener menor capacidad para trasmitir energía al vehículo.
Si descubres que tu coche se ha quedado sin batería: ¿Sabrías como arrancarlo usando la batería de otro automóvil? Te contamos
cómo actuar si tu coche se queda sin batería.
Es recomendable cerrar las puertas y apagar cualquier elemento que requiera energía, como la radio o el navegador, para que coja más fuerza y además, esperar unos segundos antes de arrancar el motor para no forzarlo.
Revisar el líquido refrigerante del coche: muy importante mirar los niveles y sus condiciones, porque si no hace su labor el motor podría romperse.
Neumáticos a punto: con las bajas temperaturas los neumáticos pierden eficacia en adherencia y tracción por el endurecimiento de las gomas. Hay que mirar la presión y en estaciones frías, debe ser mayor porque se deshinchan más fácilmente.
Un rascador de hielo es imprescindible: cuesta y ocupa poco en la guantera. Este utensilio es de gran ayuda para ayudar a retirar el hielo del parabrisas y los faros, porque la escarcha tarda en derretirse y si se enciende la calefacción, puede llegar a romper el cristal por estrés térmico.
Recuerda, en otoño e invierno hay que extremar la precaución y consultar el estado de las carreteras para evitar imprevistos.
Ten a mano la información de tu seguro y la asistencia en carretera por si necesitas ayuda en caso de tener algún percance.
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