Por su naturaleza, puede llegar a confundirse con operaciones similares. Por eso, te contamos especialmente qué es un préstamo, qué tipos de préstamos hay disponibles y cómo acceder a ellos.
¿Qué tipos de préstamos existen y cómo se pueden solicitar?
Actualmente, existe la posibilidad de acceder a un préstamo de manera online, haciendo más ágil y rápida tanto la solicitud como la transacción, reduciendo los tiempos de gestión en apenas minutos. Además, cualquier persona con una cuenta bancaria puede acceder a ellos, por lo que la operación no estaría obstaculizada por ningún inconveniente.
Ahora bien, según cuáles sean los requerimientos, hay distintos tipos de préstamos disponibles.
Están los préstamos rápidos, para situaciones en las que disponer del dinero tiene un carácter urgente. Con ellos se evitan las tramitaciones tediosas, pudiéndose gestionar a través de internet y los dispositivos móviles.
Son muchas las compañías que pueden otorgar préstamos personales rápidos y fiables, ya que se rigen por las reglas impuestas por la legislación española. Éstas compañías, generalmente, ofrecen préstamos desde 50 hasta 2.000 euros; en ocasiones, los primeros préstamos se otorgan sin el cobro de intereses, aunque esto puede depender del perfil del solicitante, o de que se cumplan correctamente con los términos y condiciones.
Eventualmente, el cliente puede demostrar a la compañía su confiabilidad, le permitirá acceder a préstamos rápidos de mayor cantidad de dinero.
Por otro lado, los préstamos personales consisten en la entrega de una cantidad definida, tanto por el cliente como por la compañía que otorga el préstamo.
Éstos generalmente se utilizan para cubrir los importes que suponen transacciones tales como la compra de un coche o electrodomésticos, packs vacacionales o la realización de una fiesta especial, como bodas o cumpleaños. Es decir, para situaciones excepcionales que no implican una gran cantidad de dinero ni una garantía real.
El trámite es rápido y mucho más sencillo en comparación con otros (casos hipotecarios, por ejemplo). Por la ausencia de la garantía, las cuotas o intereses de este tipo de préstamos, pueden ser más elevados, además de que podría ser menor el tiempo disponible para su devolución.
¿Es lo mismo un préstamo que un crédito?
Un préstamo es, puntualmente, una operación a medio o largo plazo, a través de la cual una entidad financiera dispone a la persona que lo solicite, una cantidad de dinero determinada. Esta operación requiere de un contrato, en el que, quién reciba el préstamo garantiza el pago o devolución del dinero recibido, dentro de un plazo de tiempo acordado por las dos partes.
A veces, la entidad financiera que otorga el préstamo puede cobrar comisiones o intereses. Estos intereses constituyen el valor de la operación.
Muchas veces, el préstamo puede llegar a confundirse con el crédito como si fueran la misma cosa, cuando no lo son. Si bien el crédito también consiste en una operación mediante la que una entidad financiera otorga dinero a una persona, en este caso, este dinero se deposita en una cuenta de la que el cliente puede ir retirando la cantidad que necesite.
Por este motivo, suele ser más requerido por empresas o profesionales con necesidad de liquidez. Además, los intereses que conlleva un crédito suelen ser más altos que los que implica un préstamo.