Lo que no se puede no se puede y además es imposible

Como defensores desde hace dos lustros de Gobiernos de concentración nacional para afrontar y erradicar todos los aspectos de estado fallido que asuelan España, muchos y crecientes, y como defensor reciente de un Gobierno de emergencia o salvación nacional compuesto de notables de reconocida “auctoritas”, competencia, EXPERIENCIA, repito EXPERIENCIA, prestigio y talla internacional para sacarnos del abismo, debemos decir que , con la verdad por delante, este sucedáneo, este timo de la estampita es peligroso, y, esperemos imposible.

Si la propuesta ha sido de buena fe, demuestra una ignorancia descalificante de la situación española y de sus problemas diferenciales más graves y letales. Y estos no son el coronavirus, que pasará gracias a la ciencia. Citemos dos problemas claves, que nos sacan del club de las democracias más o menos liberales al que deberíamos pertenecer y cuyo espíritu impregna o impregnaba nuestra Constitución. El primero es que somos el único Gobierno de Europa con miembros de unas organizaciones anti-sistemas de tendencia totalitaria y anti democrática, de las de “cuánto peor mejor”. A un gran número de españoles, y creciente, le sigue quitando el sueño que gobierne Podemos, como le sucedía hasta hace muy poco al Doctor Sánchez. ¿Y esos muchos españoles van a aceptar pactar su futuro con anti sistemas contrarios a la CE? Pero aún más grotesca es la ignorancia del segundo hecho cañí absolutamente impropio de las democracias europeas: el secesionismo de origen supremacista delincuente…. permitido con la complicidad de varios Gobiernos. ¡Y la alianza del actual! ¿De verdad no es un chiste proponer un acuerdo sobre España con quienes quieren hacerla desaparecer? Los problemas esenciales del futuro de España son sus aspectos de estado fallido, de pérdida del Estado de Derecho, de ingobernabilidad, de destrucción de la unidad de mercado… ¿Y va a negociar eso con separatistas, filoterroristas o no? Seamos serios.

Evidentemente, una conjunción de fuerzas limpiamente democráticas, preocupadas por el bien común de la inmensa mayoría de los españoles, con visión de Estado, lo más apartidista posible y urdiendo una España de ciudadanos unidos, libres, iguales y solidarios sería lo ideal. Con este Gobierno y sus apoyos se dan las condiciones contrarias. Lo primero será cambiar eso.

Y, una vez más, apuntamos cómo en España dificulta mucho un Gobierno de salvación nacional la desaparición de un Partido de centro izquierda patriótica, de socialdemócratas con concepto “jacobino” (es decir de izquierdas) de España y de españoles, que fue el PSOE.