Como parte de la colaboración con la NASA, Europa contribuye al telescopio espacial con dos instrumentos científicos clave el espectrógrafo NIRSpec y el instrumento del infrarrojo medio MIRI y el servicio de lanzamiento, con un vehículo Ariane 5. Además, hay todo un contingente de científicos e ingenieros de la ESA dando apoyo al desarrollo y las operaciones científicas del observatorio.
El año que viene, Webb se plegará en la configuración de lanzamiento antes del envío a Kurú y se insertará en la cofia del cohete Ariane 5, de unos 5 m de ancho. Durante su viaje al espacio, Webb será la primera misión en completar una intrincada serie de despliegues de gran complejidad técnica, que constituyen una parte crítica del trayecto de Webb hasta su órbita, a 1,5 millones de kilómetros aproximadamente de la Tierra. Webb desplegará su delicado parasol de cinco capas hasta alcanzar el tamaño de un campo de tenis. A continuación, desplegará su espejo primario, de 6,5 m, que detectará la tenue luz de estrellas y galaxias distantes.
Webb, el próximo gran observatorio científico espacial, se apoya en el éxito de otra empresa internacional, el telescopio espacial Hubble, para resolver los misterios de nuestro sistema solar, explorar mundos distantes alrededor de otras estrellas y desvelar los orígenes del universo.
El telescopio espacial James Webb es un proyecto internacional liderado por la NASA con la ESA y la CSA como socios.