En concreto, en la ciudad condal el IMHAB administra alrededor de 7.000 viviendas de alquiler social, a las que se les unirán estos cuatro edificios construidos con madera y metal, sumando 151 viviendas con capacidad para 350 personas y con un coste de veinte millones de euros para el Consistorio.
Construcción industrializada
Este nuevo proyecto inmobiliario se basa en la técnica de la construcción industrializada, una alternativa a la construcción tradicional. “Mediante una construcción industrializada, los tiempos de obra se reducen hasta un 40%”, destaca Hernández.
De este modo, la inversión municipal espera tener la obra terminada en apenas dos años y medio, casi la mitad del tiempo que llevaría en condiciones normales. El sistema de producción industrializado consigue esos menores tiempos gracias a la fabricación previa de los elementos estructurales de la obra.
Así, en opinión del experto, la construcción industrializada puede servir como vía para afrontar esta falta de oferta, con la rápida construcción de alquiler social.
Además, “se consigue un menor impacto ambiental y un mayor control de calidad”, de acuerdo con el experto. “Es común que este tipo de obras usen elementos reciclables, que se adaptan mejor a las exigencias legales actuales”, apunta.
Estos procesos de construcción se enmarcan en una “revolución”, en opinión del experto, de reducción de los tiempos de construcción en alternativa a las técnicas tradicionales. “El ladrillo está dando paso cada vez más, a una serie de técnicas como la producción industrializada o los materiales prefabricados”, destaca.