Análisis de los mercados

En cuanto a la macro, un tema que puede tener un impacto mucho más importante que la reforma fiscal, y no precisamente positivo, en la economía: la deflación. El IPC de febrero en España se sitúa en el +0,0% interanual (+0,1 % si tomamos tasa armonizada UE), lo que vuelve a mostrar el delicadísimo estado de salud de la economía española. En Estados Unidos, las ventas minoristas de febrero han crecido un +0,3%, una décima más de lo previsto, mientras la confianza del consumidor de marzo ha decepcionado y se añade a otros indicadores anticipados que muestran una cierta relajación del ritmo de crecimiento americano, de momento no preocupante pero que habrá que seguir con atención.

Las bolsas, por fin, se ha decidido a ceder posiciones, como sospechábamos que ocurriría, a raíz de la creciente volatilidad y las derivadas económicas a nivel europeo del conflicto en Ucrania. El Ibex 35 ha perdido los 10.000 puntos y ha cedido posiciones hasta los 9.703 puntos, cerrando la semana en los 9.812 puntos. El Eurostoxx 50 ha logrado mantener por los pelos los 3.000 puntos, cerrando en 3.004 puntos, después de realizar mínimos semanales en los 2.971 puntos. El S&P 500 sigue más fuerte, pero también ha comenzado a alejarse de máximos y ha cerrado la semana en 1.841 puntos, insinuando una posible rotura a la baja de la zona de los 1.850 puntos, antes resistencia, ahora soporte.

Lógicamente, han aparecido señales técnicas bajistas, ahora sí, que invitan a pensar en nuevos mínimos, especialmente si la situación se complica con lo que pase con el contestado referéndum de Crimea que se celebra este domingo. Sin embargo, el objetivo bajista, en el Ibex 35, es difícil de predecir, ya que podríamos haber tocado fondo este viernes o, en caso de continuación de la corrección de corto plazo, podría situarse en los alrededores de los soportes de los 9.600, 9.200 o incluso 8.800 puntos, niveles en donde podría volver a aparecer dinero y provocar un vuelta alcista.

En este contexto, de cara a la semana que viene mantendremos la posición de neutralidad, si bien pensamos que se pueden aprovechar los retrocesos para hacer algunas compras selectivas con un horizonte de medio plazo y estaremos listos para adoptar rápidamente un sesgo alcista en cuanto tengamos las señales necesarias.