La Constitución se convirtió en un documento decisivo que proporcionó la base normativa para la formación de un Uzbekistán soberano. En ella se consagró el modelo político, económico y social del futuro Estado, basado en los principios democráticos, el Estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y la libertad individual.
La adopción de la Ley Fundamental fue un paso crucial en la institucionalización de la independencia, sentando un sólido fundamento jurídico para todas las posteriores transformaciones políticas y socioeconómicas.
El 8 de diciembre de 1992, la Constitución fue adoptada oficialmente en la sesión del Consejo Supremo de la República de Uzbekistán y adquirió el estatus de Ley Fundamental del Estado independiente.
El desarrollo dinámico de la sociedad, las crecientes demandas de los ciudadanos y la necesidad de implementar estándares democráticos modernos se convirtieron en los factores que impulsaron la renovación radical de la Constitución. La nueva etapa del desarrollo del país, conocida como el período de formación del Nuevo Uzbekistán, exigió una ampliación sustancial de las garantías políticas, sociales y jurídicas. En este contexto, en 2023 se llevó a cabo una amplia reforma constitucional, que se convirtió en un verdadero hito en la historia del Estado.
La preparación de la nueva versión de la Constitución también se llevó a cabo en un formato de amplia consulta pública. En total, se recibieron más de 222 mil propuestas de los ciudadanos, lo que representó un nivel sin precedentes de participación social. Las comisiones y los grupos de expertos analizaron detalladamente las iniciativas de la población, integrando las más demandadas y relevantes en el nuevo texto. Este proceso se convirtió en una prueba evidente de que la Constitución de Uzbekistán es verdaderamente popular: un documento creado con la participación directa de la sociedad.
El referéndum del 30 de abril de 2023, en el que participaron millones de ciudadanos, fue la confirmación definitiva de la elección colectiva y de la decisión del pueblo. Una amplia misión internacional de observadores de las principales organizaciones internacionales, así como de instituciones de la sociedad civil nacionales y extranjeras, garantizó la transparencia y legitimidad del proceso. Como resultado de la votación, la nueva versión de la Constitución fue aprobada por una abrumadora mayoría de los participantes del referéndum y entró en vigor el 1 de mayo de 2023.
La Constitución renovada representó un paso significativo hacia la mayor democratización del país. Consagró enfoques fundamentalmente nuevos sobre la gobernanza estatal y los derechos humanos, amplió las garantías sociales y fortaleció los mecanismos de protección de la persona. El número de artículos aumentó de 128 a 155, el número de capítulos de 26 a 27, y el número de normas de 275 a 434. De este modo, la Constitución fue actualizada en más de un 65 %, lo cual demuestra la profundidad de las reformas realizadas.
Uno de los logros más importantes fue la consagración del estatus de Uzbekistán como un Estado social. En la Constitución se reflejan nuevas obligaciones sociales: proporcionar a la población viviendas asequibles, establecer un salario mínimo que garantice un nivel de vida digno, ofrecer garantías de apoyo social a los sectores más vulnerables de la población, así como mejorar la calidad de la atención médica. Estas disposiciones reflejan la comprensión moderna de la justicia, la igualdad de oportunidades y la dignidad humana.
En la Constitución renovada se ampliaron notablemente las garantías de los derechos y libertades humanas. Se introdujeron normas que establecen la prohibición del trabajo forzoso, la abolición de la pena de muerte, la protección de los ciudadanos contra detenciones arbitrarias y la limitación de la detención sin decisión judicial a un máximo de 48 horas. Se reforzaron los mecanismos de independencia judicial y se incrementaron las exigencias de responsabilidad de los órganos estatales y funcionarios. Todas estas innovaciones tienen una importancia crucial para fortalecer el Estado de derecho y la protección jurídica de los ciudadanos.
La Constitución de 2023 también reflejó cambios en el ámbito de las relaciones internacionales. Por primera vez, en el nivel constitucional se establecieron nuevas bases institucionales de la política exterior de Uzbekistán, que reflejan el rumbo del Nuevo Uzbekistán hacia la apertura al mundo, el fortalecimiento de las relaciones de buena vecindad y la participación en los procesos globales. Se estableció que los tratados internacionales tienen prioridad sobre la legislación interna, lo que refuerza la integración de Uzbekistán en el espacio jurídico mundial y garantiza la conformidad de la legislación nacional con los estándares internacionales. La Constitución también garantiza la prohibición de extraditar a ciudadanos de Uzbekistán, lo que fortalece la protección de los derechos de los ciudadanos en el extranjero.
Los principios de política exterior consagrados en la nueva versión también reflejan el deseo del país de fortalecer la estabilidad regional, desarrollar relaciones mutuamente beneficiosas con sus socios, ampliar la diplomacia económica y participar activamente en la resolución de desafíos globales. Estas disposiciones muestran que la política exterior del Nuevo Uzbekistán ha recibido una base institucional estable, lo que contribuye al fortalecimiento de la autoridad internacional del país.
Hoy, Uzbekistán avanza con confianza por el camino de la modernización, el perfeccionamiento de la gobernanza estatal, el fortalecimiento de los derechos y libertades, y la creación de condiciones para el desarrollo humano y el crecimiento económico. La Constitución renovada garantiza la estabilidad de este rumbo y sirve como un indicador clave para el Estado y la sociedad. Cada ciudadano, apoyándose en la Ley Fundamental, refuerza su confianza en el futuro, en la justicia y en el desarrollo sostenible de la Patria.
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