LO QUE NOS JUGAMOS EL DOMINGO
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Enrique Calvet es candidato de UPyD al Parlamento Europeo. |
El domingo 25 estaremos diseñando nuestro futuro de ciudadanos
Por Enrique Calvet, candidato de UPyD al Parlamento Europeo
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
En estas elecciones, los candidatos de UPyD, y de entrada diré que lo soy por pura honestidad, marca del Partido, hemos hecho un esfuerzo por hacer comprender a los votantes que nos jugamos mucho. En dos aspectos, por simplificar. En primer lugar hemos recordado que no existe prácticamente ningún aspecto de la vida cotidiana de los españoles que no esté ligado a decisiones, leyes, controles europeos. Desde la calidad del agua que bebemos hasta la seguridad de los juguetes que usan nuestros niños, desde las comisiones de las tarjetas de crédito hasta el Euribor ( y nuestras hipotecas), desde el remozamiento notorio de nuestras villas y ciudades hasta los satélites que facilitan nuestras comunicaciones..
Pero eso ya es un clásico que conviene recordar a los españoles, de cara a la votación del domingo. También el hecho de que el discurso aldeano y caciquil de nuestros politicastros con gobierno de que todo lo malo nos viene de Europa, pero si algo anda bien se debe a mí, ministro, o a mí Presidente de la Diputación, o a mí Presidente regional, es una mentira obscena. Suele ser todo lo contrario. La responsabilidad de nuestra colosal burbuja inmobiliaria, por ejemplo, es puramente cañí, o nuestra corrupción sistémica. En cambio la supresión de la aberración anti-solidaria y anti-ciudadana de las “vacaciones fiscales vascas” se debe a “Europa”.
Pero, como no consideramos que el votante español sea particularmente garbancero o pancista, también hemos recalcado que una colosal importancia de las votaciones del domingo 25 reside en que se va a decidir el marco de convivencia futura en paz y libertad de las inmediatas generaciones de españoles. Se va configurar el modelo social europeo en que se desarrollarán los derechos civiles inherentes al modelo democrático europeo, se van a acrisolar las libertades y su protección, se va a desarrollar el modelo de solidaridad que crearon los padres fundadores, en definitiva se va a avanzar en una Europa de ciudadanos libres, iguales y fraternales. O no. Eso es lo que nos jugamos. Y eso, Señores, importa muchísimo.
Estamos en un punto de inflexión en que acechan modelos de retroceso nacionalista, que dan escalofríos, modelos insolidarios, modelos de ataque frontal al Estado de bienestar (reformable, pero no ajusticiable), incluso sin llegar a la xenofobia ni al protonazismo (que sí ocurren en algunas de nuestras regiones) apuntan modelos de fragmentación e insolidaridad, modelos que no ponen al ciudadano en el centro de la “polis”, sino territorios, instintos viscerales, atavismos, tribalismos… Ya no es el problema de la Europa de mercaderes, que hay que seguir combatiendo, desde el punto de vista de UPyD, sino la Europa de las satrapías y el chalaneo político.
Son modelos muchas veces legítimos, aunque no sean los que defiende UPyD, pero que van a condicionar totalmente, si florecen, una distinta sociedad española, una distinta calidad de vida, un diferente nivel de libertades, derechos y ciudadanía.
Por eso el domingo está en juego, en buena parte, la futura sociedad en la que nuestro porvenir se desarrollará. Y hay que tomárselo muy en serio. Excuso decirles lo poco que importa al lado de este envite el apreciar si un candidato parece más o menos machista, o si un futbolista accidentado es más o menos agraciado. Es una lástima y una indignación adonde se puede llegar para defender el chiringuito del bipartidismo o el fomento de la abstención por degradación vomitiva de la campaña y el debate electoral.
Sólo esperamos que el votante español se indigne ante la falta de respeto, reaccione, y se fije bien en Partidos limpios de corrupción sistémica y de miseria intelectual con el convencimiento absoluto de que es mucho, y de mucha importancia, lo que se juega en las europeas del domingo