RIVAL DEBILITADO, PERO BIPARTIDISMO AL FIN Y AL CABO
¿De verdad le ha salido tan mal al PP?
Por Enrique Calvet
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
Iniciadas ya las campañas del 2015, que se acelerarán tras el verano y ocuparán todas las acciones políticas de los próximos 18 meses bajo todos sus disfraces ( no hay más que ver la melosa reforma tributaria) tal vez convenga revisar algo los estribillos habituales. Por ejemplo: al PP le ha ido fatal y se tambalea porque ha perdido centenares de miles de votos. Una cosa es que le haya ido fatal al bien común y a la mayoría de los ciudadanos, la lectura menos discutible, y otra es que le haya salido mal al PP. Veamos, ningún político de nivel podía ignorar que el PP iba a perder votantes en cantidad desde las últimas elecciones generales por razones evidentes….y asumidas. Esta es, por cierto, la comparación que permite medir la dinámica política. Referirse a las anteriores europeas, ¡En 2009 y con ZP en el gobierno! descalifica al análisis y al analista. No podía ser objetivo del PP recuperar esos votos ni perder energías en reducir la pérdida a corto plazo. Sin embargo, ese Partido si podía pretender dos objetivos: debilitar a los rivales y hacer lo útil para recuperar una masa de votantes crítica de cara a las próximas generales.
En el primer objetivo, sucintamente, se abrían dos frentes. En primer lugar había que impedir que los centenares de miles de votos que inevitablemente iban a huir no fueran a ningún Partido rival. O dicho de otro modo, mejor la abstención masiva. A la vista de la degradación absoluta y obscena de la campaña electoral, girando alrededor de temas de programas de salsa rosa y con un nivel subterráneo, tan lejos de los problemas estructurales como de las tragedias cotidianas del ciudadano, el rechazo a las elecciones en sí, y de manera global, "a la política y a los políticos" y a la corrupción repugnantemente tolerada, el fomento sutil a la abstención ha tenido éxito, y los votos que el PP ha perdido no se han ido a los rivales. No sólo no han sido captados por el "eterno rival" sino que hasta UPyD ha perdido votos con respecto a las generales y entra en una difícil carrera contra la irrelevancia, hábilmente fomentada, entre otras razones, por los medios controlados.
El otro frente consistía en no perder una dinámica bipartidista en que el PP fuera único representante de la alternativa de derechas. Es decir, había que mantener "el sistema" casi Canovista, de juego politiquero menor, en el que el PP fuera siempre una alternativa frente… a lo que sea. Ante la evidente entrada en barrena del PSOE (que, a todas luces, tardará lustros en el mejor de los casos, en reponerse de la época Zapatero) era una ocasión pintiparada para poner en el otro platillo de la balanza a un rival/alternativa debilitadísimo. Si España es, como dicen los sociólogos, más bien de centro izquierda, el PP no podrá asegurarse largos periodos de gobierno si no es debilitando el centro izquierda…convirtiéndolo, por ejemplo, en un frente popular fragmentado y escorado. Y, tras las elecciones, el rival no sólo ha vuelto a perder frente al PP, sino que se ve debilitado y con enemigos internos como nunca. El PP se encuentra con un ente todavía lo suficientemente presente como para seguir jugando al bipartidismo, pero lo suficientemente débil como para no ser alternativa bipartidista. Sólo contra el mundo, pero jugando con el PSOE. Notemos, una vez más, que el parón en seco de UPyD impide romper esa dinámica, para gozo de los estrategas del PP. Por ser quién esto escribe, no puedo dejar de preocuparme mucho porque, a mi modesto juicio, siendo UPyD el mayor Partido que en España antepone ciudadanos y ciudadanía a juego partitocrático y a territorios (si no el único, con, tal vez, Ciudadanos), no haya conseguido captar más votos de los que apoyaban el sistema bipartito/corrupto y que optaron por la abstención. Pero, como diría Quisling, esa es otra historia, aunque trascendental.
Por lo tanto, estamos que el PP ha conseguido que los votos "de centro", no se fueran a otros Partidos, y que del otro lado de la barrera tuviera más un frente popular bastante frique más que una alternativa. No está mal.
Dijimos que el segundo objetivo del PP debería ser pensar en recuperar los votos que les hayan abandonado coyunturalmente de cara a las generales. Para ello, sin duda cuenta con un mini ciclo económico menos malo en el próximo año y medio, tras haber machacado el cerebro de los españoles con la idea, falsa y peligrosa, de que España ¡sólo tiene un problema de gestión económica! Pero de las elecciones sale otro motor de recuperación de votos del centro poderosísimo: el voto del miedo. "Après moi le déluge" es vieja táctica útil, y el fenómeno Podemos, evidentemente, va a desarrollar una necesidad de votar al "único Partido seguro….", temblando de pavor, que beneficiará muy mucho al PP. No queremos pensar que a ninguna mente maquiavélica se le hubiese ocurrido apoyar subrepticiamente a Podemos. Mediáticamente, por ejemplo. Aunque es muy curioso que las televisiones que han propagandeado intensamente (las de Berlusconi y Lara) a Podemos (miren las cifras relativas de apariciones televisivas comparadas con IU o UPyD, van de cuatro a uno y tres a uno) hayan sido salvadas de la quiebra por el Gobierno… Casualidades sin duda. Por si hubiese algún Maquiavelo que pensase que al PP le convenía apoyar modestamente a Podemos, por si hubiese, digo, le recordaría que dicen que Mitterrand hizo lo propio con el Front National. Apoyarle, discretamente, permitió desarrollar el miedo a la derecha y fragmentarla debilitándola. A Don François dicen que le salió bien a corto plazo….pero miren dónde está ahora el Front National. Y es que los aprendices de brujo no controlan siempre sus experimentos…
Pero el caso es que al PP, puestos a perder votos ahora, la potenciación del voto del miedo, y de la movilización que ello supondrá frente a los abstencionistas de hoy le viene muy, pero que muy bien a corto plazo.
Entonces, ¿Le ha ido tan mal al PP en las circunstancias a las que se enfrentaba? No lo creo ni por asomo. En estos momentos la previsión rigurosa es que el PP volverá a ganar las generales, que es lo que le importa a Don Mariano (durar….). Existe un solo escollo: las municipales que tendrán que gestionar bien. Pero de las municipales, seguro que el voto del miedo sale más motivado. Y así empieza el verano…