LA ATALAYA DE ELDA
Marlowe, estresado
Por Vicente Vera
domingo 02 de noviembre de 2014, 11:15h
Me resulta muy difícil no dedicarle este espacio a una noticia de especial relevancia para mÍ y para los lectores aficionados a la buena literatura y, en particular, a la novela negra. Hablo de la visita del autor irlandés John Banville (1945), con motivo de recoger el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014. Nos ha regalado durante su presencia en Oviedo con un bellísimo discurso, un homenaje a la esencia de la literatura y al lenguaje escrito en general, reafirmándose en la fundamental necesidad y belleza en la construcción de frases, de modo que juntando palabras aisladas nos permite la posibilidad de establecer y construir una comunicación con los lectores.
Como saben, Banville posee una doble personalidad literaria, firma con su nombre de pila su obra más intima y académica. Por otro lado le brota una segunda personalidad literaria y estilo bien diferente, dándose a conocer mediante seudónimo , Benjamin Black. Recreándose en el mundo de la novela negra en Dublín, dando vida a su personaje protagonista, el forense irlandés Quirke, que tan buenos e intrigantes momentos nos ha hecho a través de sus relatos, siendo uno de sus mas conocidos El secreto de Christine (2006). En los últimos meses Banville/Benjamin Black ha dado una vuelta de tuerca a su imaginación y dotes creativas regalándonos una nueva entrega recordando a uno de los maestros de la novela negra, Raymond Chandler.
El libro lleva por titulo, La rubia de ojos negros, un prodigio de calidad literaria y divertimento para todas las edades. Es por todo ello que me satisface enormemente su paso por España, además de declararse un enamorado de nuestro país desde hace mucho tiempo visitándonos siempre que tiene oportunidad. Como ya he comentado lo hemos visto en Oviedo, ciudad por cierto muy querida por el director neoyorquino, Woody Allen- donde sus vecinos le recuerdan todos los días a su paso por el centro comercial y peatonal de la ciudad, donde se exhibe una escultura del director, siendo además un icono de esta bonita villa.
Me da la sensación que han confluido en esta cita algunos elementos que han hecho posible la creación de algo parecido a un guión cinematográfico basado en el positivo resultado financiero y contable, obtenido en las pruebas de estrés practicadas por los coordinadores BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Quiero pensar que la capacidad de Mr. Banville y su alter ego Benjamin Black han podido urdir este ficticio proyecto, dando entrada a uno de los detectives novelescos más conocido en el planeta del cine negro, Philip Marlowe, personaje creado por el citado maestro Raymond Chandler. Avancemos en esta historia: tenemos guión, tenemos actores y también disponemos de un director de excelencia, conocedor a la perfección de los encuadres y los planos secuencia, así como los diálogos más apropiados para crear una trama y una atmosfera detectivesca perfecta en torno a las negociaciones y a las reuniones celebradas por el presidente del BCE, Mario Draghi junto con los responsables de nuestro sistema financiero.
Lo pudo demostrar muy eficientemente el señor Allen en una de sus películas más vistas, Misterioso asesinato en Manhattan ( 1993). El objetivo final es confirmar que los resultados del stress test para la banca española han superado sin obstáculos la “prueba de corte”. ¿Se imaginan ustedes las posibilidades que ofrece una trama como la aquí descrita para la creación de una autentica película de estilo thriller financiero? Sobre todo a partir de la información que poseemos a través del cine y la literatura, acerca de lo ocurrido en Nueva York en aquellos terroríficos años del derrumbe – 2008 y 2009- de los símbolos más emblemáticos del capitalismo financiero americano: el banco de inversión Bear Stearns, Merryl Lynch, Lehmann Brothers, etc., creando un autentico pánico financiero no solo en Estados Unidos sino también contagiando a Europa y poniendo en peligro la estabilidad del euro y la confianza en la Unión Monetaria Europea.
Seguimos adelante imaginándonos a nuestro cínico y sentimental personaje representado por el actor Humphrey Bogart que tan magistralmente interpretó las películas dirigidas a la sazón por Howard Hawks. Una vez reunido y agitado todo este coctel de personajes en un entorno asfixiante, claustrofóbico, oscuro. Ya en la sede del BCE en Frankfurt, nos resulta ciertamente gratificante conocer los resultados finales sobre la salud financiera practicadas a los 130 bancos más grandes de la eurozona. El detective Philip Marlowe ha sido capaz de infiltrarse, convertirse en topo, rastrear entre el numeroso colectivo de economistas responsables del exhausto y minucioso examen financiero. Marlowe se transformó en un perfecto alto funcionario del BCE, al más puro estilo neoliberal. Desde las salas del Banco Central y recurriendo a su versatilidad camaleónica, olfateando por todos los rincones de la institución financiera, accedió mimetizado y pudiendo presenciar las diferentes jornadas de sesudos análisis de balances, ratios y otras herramientas monetarias, destinadas a verificar la capitalización de los bancos convocados a este arduo examen.
Algunas horas más tardes nos relataba con pulcritud cómo se habían desarrollado las jornadas de examen y cuál había sido definitivamente el resultado para los bancos españoles. Nuestro hombre en el BCE se empleó a fondo para poder escurrir el bulto y desaparecer sin dejar rastro. Al regresar a su oficina y de la mano de Banville nos confesó la alegría desbordante que se desató cuando se comunicó la calificación final de los bancos españoles. De modo que la banca española se situa en la decima posición por solvencia en Europa, dentro de los 22 países examinados. Marlowe da muestras de cansancio y de estrés por contagio. Decide retirarse a su apartamento, no sin antes aceptar un whisky de malta en un bar próximo, que muy amablemente Banville le sugiere tomar para desentumecer los músculos de tanta tensión soportada.
En este relato no hay cadáveres, posiblemente los haya pronto si los bancos con déficit, los no aprobados, no presentan y preparan planes en un plazo de dos semanas, concediéndoles hasta nueve meses para cubrir el respectivo déficit de capital. Para terminar y confiando que en un corto plazo veamos una recuperación económica que nos ayude a ver el futuro con mayor ilusión y optimismo.Por el momento todavía pesa mucho la incertidumbre en España y en Europa, así nos lo ha revelado nuestro sagaz detective Philip Marlowe. Aprovecho esta columna para dar las gracias a todos los personajes, reales y ficticios, que hacen posible disfrutar de los placeres que nos brinda la buena literatura. Y también la música, escuchen lo último de la inglesa Marianne Faithfull, “Give my love to London”.