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CONTRATARÁN 1.000 NUEVOS PROFESIONALES PARA ESTA TAREA

Desconfianza ante la supervisión de los grandes bancos de la eurozona por parte del BCE

Desconfianza ante la supervisión de los grandes bancos de la eurozona por parte del BCE

La inestabilidad del euro y la entrada en fase de deflación, colocan el actitud cautelosa a los mercados

lunes 03 de noviembre de 2014, 09:51h
Este martes 4 de noviembre echa a andar uno de los pilares de la Unión Europea: la unión bancaria. Tras meses de negociaciones, este martes comienza a operar el Mecanismo Único de Supervisión Bancaria (MUS), un nuevo órgano comunitario que velará por el buen funcionamiento de 128 bancos de la zona del euro, quince de ellos españoles, que a partir de ahora tendrán que obtener el visto bueno de este organismo para sus compras en el extranjero o su política de dividendos. En definitiva, de lo que se trata es de que no haya bancos alemanes, franceses, italianos o españoles, sólo europeos. Para ello, el MUS contará con la visión y profesionales de los bancos centrales de los 18 países de la zona del euro -que serán 19 cuando se integre Lituana- y con el Banco Central Europeo (BCE), que se ha reforzado con unos 1.000 trabajadores, de los cuales 750 son supervisores y otros 250 están en áreas comunes o transversales.

La creación de este organismo responde a la intención de sacar una lección de la crisis y poder, entre otros fines, diseñar una solución con anterioridad de forma conjunta a futuros problemas de la eurozona. El primer paso para reforzar el sistema, de hecho, fueron los test de estrés y el mecanismo único de resolución bancaria culmina el proceso. En este camino, para garantizar una supervisión eficaz, las entidades de crédito se clasificarán como "significativas" y "menos significativas", corriendo la vigilancia de las primeras directamente a cargo del BCE y reservando a las autoridades nacionales la supervisión de las segundas. De hecho, en la práctica será un equipo de supervisión el que realiza el seguimiento de cada entidad, con equipos in situ en cada banco. Además de las entidades comunitarias, los estados miembros de la UE no pertenecientes a la eurozona podrán participar en el MUS voluntariamente aquellas autoriades que colaboren con el BCE.

La puesta en marcha de este mecanismo europeo se produce después de que el BCE haya concluido su revisión de la calidad de los activos de los bancos que supervisará de forma directa, que tenía como objetivo dar a la institución una imagen más clara del sector antes de asumir sus nuevas funciones. El MUS se instauró en respuesta a las lecciones extraídas de la crisis financiera y se basa en principios y normas acordadas conjuntamente. Promueve un código normativo único como base para la supervisión "prudencial" de las entidades de crédito, con el fin de potenciar la solidez del sistema bancario.

A partir de mañana, el BCE será el encargado de garantizar "un funcionamiento eficaz y coherente del MUS y supervisar el funcionamiento del sistema" y trabajará conjuntamente con las autoridades nacionales responsables de estas tareas en los Estados miembros participantes. Para garantizar una supervisión eficaz, las entidades de crédito se clasificarán como "significativas" y "menos significativas". La vigilancia de las primeras correrá directamente a cargo del BCE y las autoridades nacionales se encargarán de la supervisión de las segundas. Asimismo, velará por mantener la cooperación con todos los interesados, con los organismos internacionales y con las instituciones encargadas de la elaboración de las normas.

Aunque esta integrado en el Banco Central Europeo, el mecanismo tiene una gobernanza específica y está dirigido por el consejo de supervisión, que está compuesto por seis miembros del BCE y por los supervisores nacionales. Actualmente, está reforzando sus plantillas con alrededor de 1.000 profesionales, muchos de los cuales proceden del Banco de España. Las decisiones que adopte este organismo serán referendadas en el consejo de gobierno por el denominado procedimiento de no objeción, que le permitirá rechazarlas pero no enmendarlas.

Tras esta reestructuración de la supervisión europea, el Banco de España se encargara de la supervisión directa de las entidades españolas menos significativas y, dado el objetivo de dar un mayor peso a las inspecciones in situ, uno de sus empleados será como regla general el jefe de inspección. Asimismo, se encargará de la evaluación y la propuesta de los llamados procedimientos administrativos comunes, como son el acceso a la actividad, la revocación de autorizaciones y la adquisición de participaciones significativas.
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