¿VAMOS POR EL CAMINO CORRECTO?
Cultivar un talento que responda a las necesidades de las empresas
Por Christopher Dottie, Managing Director de Hays España
lunes 12 de enero de 2015, 20:41h
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Christopher Dottie es Managing Director de Hays España. |
La ligera recuperación económica de España no impide que el mercado laboral siga sometido a enormes presiones, mayores incluso que hace un año, según el informe Hays Global Skills Index. Nuestro país tiene una gran dificultad para cubrir algunos puestos en las industrias de alta cualificación, aunque se observa una leve mejora en la flexibilidad del sistema educativo. Además de los elevadísimos índices de desempleo, especialmente entre los más jóvenes, siguen siendo preocupantes cuestiones como la participación de la población activa, el desempleo estructural y al aumento de los salarios en las industrias de alta cualificación, provocado por la dificultad de encontrar profesionales con el conocimiento que necesitan las empresas. En paralelo, se observa menos presión en los salarios en general, incluidos los de alta cualificación, y en los niveles de educación.
La mejoría de la situación económica, con un crecimiento positivo del PIB anual y, como consecuencia de ella, del empleo, indican que vamos en la tendencia correcta. Sin embargo, con una tasa de desempleo significativamente mayor que la de cualquiera de nuestros vecinos, especialmente entre los jóvenes y en el desempleo de larga duración, la aceleración de esta tendencia sigue siendo crítica. La enseñanza superior es estructuralmente fuerte pero se mantiene aislada del mundo de la empresa, le falta cintura adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado. Es previsible que la mejora de la economía aumente la confianza de los mercados, lo que provocará un dinamismo y flexibilidad donde la innovación continua será la clave.
Hays Global Skills Index establece una puntuación para cada país, entre 0 y 10, para medir las restricciones y fricciones afrontadas por los mercados de trabajo cualificado. Se calcula en base al análisis de 7 factores, que cubren áreas como los niveles de educación, la flexibilidad del mercado laboral o la presión salarial de candidatos altamente cualificados. Una puntuación por encima de 5 indica que las empresas tienen dificultades para encontrar las aptitudes clave que necesitan y están sufriendo la fricción del mercado, mientras que una puntuación por debajo de 5 refleja un mercado laboral relajado en el que no hay grandes restricciones en el empleo cualificado.
El estudio analiza los 31 países con mayor peso en la economía global y España, con 6.3 puntos, 0.4 más que en 2013, se sitúa en tercera posición entre los que sufren mayor presión, detrás de Suecia y Hungría y por delante de Estados Unidos. En el extremo opuesto, están Bélgica, Italia y Singapur.
Una vez más, España ofrece numerosas paradojas. Así, existe una gran dificultad para cubrir algunos puestos en las industrias de alta cualificación, situándose este componente en 10 puntos, lo que indica que estos profesionales, al ser escasos, tienen mucho poder de negociación y existe una gran competencia entre empresas por el talento. No ocurre lo mismo con otras posiciones cualificadas, donde el índice de presión salarial baja a un 4, lo que indica que existe una gran oferta de profesionales cualificados por lo que la guerra por el talento es mucho más equilibrada.
La calificación de presión salarial general se sitúa en 3.3 puntos -1.6 en 2013-, es decir, un mayor margen de negociación salarial por parte de las empresas, si bien se reduce ligeramente el gap salarial entre los trabajadores con alta y baja cualificación.
El Informe indica que España sigue sufriendo las consecuencias de la recesión económica con una tasa de desempleo del 25.2%, que es especialmente preocupante en los desempleados de larga duración (11.2%) y puntúa 7.4 en este concepto. Un mercado al que todavía le falta mayor flexibilidad, concepto que recibe 5.3 puntos. Por su parte, se observa una mejora en la flexibilidad del sistema educativo, con 4.2 puntos.
Según el informe la crisis de talento global continúa agravándose y las empresas luchan por encontrar profesionales con las habilidades y formación necesarias. Una búsqueda paralela a la recuperación económica, en particular en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, “hasta el punto”, dice Hays Global Skills Index, “de que si la brecha de aptitudes sigue creciendo, la salida de la crisis puede quedar comprometida”.
Para evitar una brecha cada vez mayor entre las necesidades de las empresas y las capacidades de las personas en busca de trabajo, hace falta una mayor colaboración entre los gobiernos, las autoridades educativas y, sobre todo, las propias empresas. Éstas tienen que trabajar más eficientemente en esta dirección con escuelas y universidades para dar forma al talento de mañana. No es casualidad que países como Alemania y Austria, que tienen programas de aprendizaje eficaces, se sitúan entre los que tienen un desajuste de talento más bajo. No basta con formar a los más jóvenes, hay que reeducar también a los trabajadores más maduros para que se adapten a las exigencias de las nuevas tecnologías. Por su parte, los gobiernos tienen que modificar sus políticas de inmigración para atraer a los trabajadores mejor cualificados. Los responsables políticos deben entender la diferencia entre una emigración cualificada y la que no lo es porque las empresas deben tener acceso al talento que necesitan, independientemente de su nacionalidad.