FÚTBOL, TOROS Y CALOR
Pirindolina en el Congreso
Por José Luis Heras Celemín
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José Luis Heras Celemín
jueves 14 de mayo de 2015, 08:30h
“Para los señores, lo que quieran. Para mí una de “pirindolina”. Ya sabe, el zumo de dos naranjas recién exprimidas en un vaso sin hielo; y sin agitarlo, para no romper moléculas. La vitamina C, del zumo de naranja, joven, tiene una molécula muy larga que se parte con facilidad y hay que cuidar. Así el zumo mantiene las propiedades” Las instrucciones y las explicaciones las daba un reputado diputado, catedrático de una disciplina de Ciencias, en la cafetería del Congreso de los Diputados, a un camarero, ante un par de periodistas y un diputado vasco. Pirindolina – murmuró el camarero. El guiño del catedrático y las sonrisas de los otros le hicieron compren-der. Era posible que el zumo, además de vitaminas, con ellas o a través de ellas, portara alguna de las cualidades que generan sonrisas.
En la conversación siguiente, sobre la Sesión número 263 del Pleno del Congreso de los Diputados, hubo una frase de lo más expresiva referida a la Vicepresidenta del Gobierno: “Ha sido la mejor oradora de la mañana”. Soraya Sáenz de Santamaría, ausente de la Sesión, o en fuga en boca de un maldi-ciente, había ganado una competición, de oratoria, en la que no había interve-nido. Realmente, con lo previsto para el miércoles acabado a media mañana y antes de que se entrara en lo que correspondía al jueves, la ausencia de la Vicepresidenta se había hecho notar.
Por lo demás, las preguntas, en la Sesión de Control al Gobierno, ha-bían sido de lo más variopinto, acaparando fallos y carencias generales. A estas alturas de la Legislatura, a las puertas de unas elecciones auto-nómicas y mientras se esperan repuntes en cifras económicas y aumento de empleo que animen los ánimos del Gobierno, la sesión había sido una mezcla rara. El comienzo se demoró unos minutos esperando a quien había de presi-dirlo. Jesús Posada, por una vez, no estaba en la Presidencia a su hora e hizo esperar a la Cámara. Después, hubo un después, aunque vaya un después.
En la pregunta número 10 del vasco Aitor Esteban al Presidente del Gobierno, parecía que se había echado mano de una cuestión de entidad me-nor, quizá enlatada en su momento para uso en días de escasez. Y es que el vasco preguntó por una rectificación sobre el Proyecto de Ley para la reforma urgente del sistema de formación profesional. Posiblemente, no tuviera algo más importante de lo que ocuparse.
En la pregunta siguiente, la 11, Rosa Díaz había cedido el turno a su compañero Martínez Gorriarán para que interesara por la forma de recuperar lo invertido en el rescate bancario. La ausencia de Rosa, agobiada por problemas en su grupo, ya podía ser noticia, pero no era el día para que el Gobierno hicie-ra leña de un árbol caído a ojos de muchos: la líder de UPyD.
Sí se esmeró Rajoy en su respuesta al portavoz del PSOE. Pedro Sánchez se interesaba por los jóvenes, pero cometió la travesura de alterar las cifras, censurar lo que decía leer el Presidente del Gobierno e intentar “en sus desgastes” ir más allá de lo que el Presidente iba a tolerar. La consecuencia fue un rapapolvo: “Mis papeles los escribo yo”. Escriba usted los suyos, pero bien. Ha confundido la cifra de jóvenes que han salido al extranjero. No son 500.000, sino 24.000. “No puedo aceptar lecciones de su parte. Lea la EPA…, hay menos parados. Debe usted escribir, leer y saber lo que es política econó-mica”.
Más adelante, la diputada socialista Batet Lamaña, que es esposa de un ex diputado popular hoy alto cargo, se interesó ante el ministro de Justicia so-bre la libertad de opinión. Y éste, nada cortes con la mujer de un compañero de partido, primero discrepó de lleno y después, inmisericorde, le recordó la postura del partido socialista en Europa cuando se ocupa de la prensa y los juicios paralelos que se hacen desde ella.
Había seguido la sesión con preguntas a Montoro, que merecieron unas respuestas tan, tan-tan-tan que merecen recuerdo: “Ya estaba yo preocupado, es la segunda pregunta y no me ha pedido que me fuera”. “Y vuelta la burra al trigo”. “Tengo más respeto por lo que representan en la política española que por lo que hacen (referido a los socialistas)”. “La foto que presenta es conse-cuencia de que las instituciones funcionan (el presentador era el diputado so-cialista Such, que exhibía la foto de tres presidentes de diputación valencianos relacionados con temas de corrupción)”.
Y una con significación especial. Fue la dedicada a la diputada por Zaragoza Pilar Alegría Continente. Con ella, de alguna forma, el ministro Mon-toro, aunque irónico y con un punto de guasa, ponía el acento en la realidad del momento “Como era previsible, intervenciones preelectorales con alto contenido intelectual e ideológico”.
Quizá por lo ocurrido, la conversación obvió el resto de la Sesión, otras porciones de lo mismo; y se concentró en otros dos temas: Las construcción en España de plantas licuadoras de gas, para abaratar costes y conseguir rentabi-lidades en el transporte. Y el momento político presente, con la X Legislatura acabando, en víspera de elecciones autonómicas y locales, esperando resulta-dos, con las vacaciones de verano cerca, atonía general. Y la duda de si el Presidente del Gobierno debiera, o no, dar por finalizada la andadura y convo-car Elecciones Generales.
Entonces, a través de un móvil, llegó la noticia: Mariano Rajoy, acompa-ñando a las candidatas populares a la Alcaldía y a la Comunidad Madrileñas, había subido en bicicleta y paseado con ellas. La conversación se relajó y fue el momento de hablar de toros, con Padilla, El Cid y Talavante en las Ventas; y del fútbol en el Santiago Bernabéu. Aún no era la hora de comer y no había sed. Sí zumo, de pirindolina.